Diversidad cultural en la educación
La rica diversidad cultural de América Latina puede convertirse en potencial de creatividad, crecimiento y desarrollo humano, o en fuente de enormes tensiones sociales. A las políticas públicas, particularmente en educación, les corresponde transformar la diversidad cultural en un factor de entendimiento y no en uno de exclusión social. Éstas dan a la diversidad cultural una connotación ética y pueden convertirla en fuente de pluralismo cultural o de discriminación.
La Oficina Regional de Educación de la UNESCO se plantea cómo las políticas educativas en América Latina y el Caribe enfrentan la diversidad cultural, particularmente la diversidad étnica y lingüística de los pueblos originarios, para así pensar políticas educativas para que ayuden a construir sociedades cada vez más interculturales e inclusivas. La educación puede aprovechar la riqueza de la diversidad para mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje, contribuir a un desarrollo humano más pleno y convertir la diversidad cultural en fuente de entendimiento, de pluralismo y de cohesión social.
Estas inquietudes han dado origen a investigaciones y publicaciones que aportan al conocimiento de la influencia de los procesos culturales para mejorar los aprendizajes escolares y las políticas educativas. El concepto de "pertinencia" cultural de los aprendizajes se ha incorporado como una dimensión clave para entender la calidad de la educación y evaluar los avances del Proyecto Regional de Educación para América Latina y el Caribe (PRELAC).