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Uwang Ahadas, un 'Tesoro Humano Vivo filipino' ense&ntilde;ando el gabbang a una chica joven
Uwang Ahadas, un ‘Tesoro Humano Vivo filipino’ enseñando el gabbang a una chica joven

Nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) está siendo recreado constantemente por su depositarios, y los expertos afirman que no hay dos manifestaciones de una sola y misma práctica o expresión que sean totalmente idénticas. Los elementos del PCI evolucionan constantemente, de una manifestación a otra y a la vez son transmitidos de una persona a otra y de generación en generación. La viabilidad de las prácticas del patrimonio inmaterial depende de la transmisión continua de los conocimientos y técnicas especiales que son esenciales para su aprobación o incorporación.

Salvaguardar el PCI equivale a garantizar su viabilidad entre las generaciones actuales y su transmisión a las futuras. Las comunidades y grupos de profesionales y otros depositarios de la tradición en todas partes del mundo han desarrollado sus propios sistemas para la transmisión de sus conocimientos y técnicas, que la mayoría de las veces depende – o, desgraciadamente, dependía – de la tradición oral más que de los textos escritos.

S&iacute;mbolo sagrado de libertad e identidad entre los mandingas, el sosso-bala es un &ldquo;bal&aacute;fono&rdquo; o xil&oacute;fono de madera que se toca en ocasiones como el A&ntilde;o Nuevo musulm&aacute;n o los entierros. Desde muy peque&ntilde;os (a partir de los siete a&ntilde;os), los ni&ntilde;os reciben la ense&ntilde;anza de los m&uacute;sicos experimentados que ocupan una posici&oacute;n destacada en la sociedad mandinga.
Símbolo sagrado de libertad e identidad entre los mandingas, el sosso-bala es un “baláfono” o xilófono de madera que se toca en ocasiones como el Año Nuevo musulmán o los entierros. Desde muy pequeños (a partir de los siete años), los niños reciben la enseñanza de los músicos experimentados que ocupan una posición destacada en la sociedad mandinga.

Las amenazas para la transmisión de este patrimonio vivo proceden de factores como los cambios sociales y demográficos, que reducen el contacto entre las generaciones, por ejemplo por las migraciones, y la urbanización, que a menudo aparta a la gente de sus mayores sabios, desde la imposición de los sistemas de educación formal que infravaloran los conocimientos y las técnicas tradicionales, o de los medios de comunicación invasivos. La respuesta a estas amenazas debe salir de las comunidades y grupos afectados, ayudados por las organizaciones locales, sus gobiernos y la comunidad internacional representada en la Asamblea General de los Estados Partes en la Convención para la Salvaguardia del PCI, de 2003.

Los esfuerzos de la UNESCO van dirigidos a la asistencia a los Estados que deseen reforzar los sistemas de transmisión existentes en las comunidades, o complementarlos con programas de educación formal o no formal en los que se enseñan los conocimientos y técnicas a otros miembros de la comunidad, normalmente más jóvenes. Desde esta perspectiva, la UNESCO anima a los Estados a que creen sistemas nacionales de “Tesoros Humanos Vivos” que honren de forma ejemplar a los depositarios de la tradición y les anime a transmitir sus conocimientos y técnicas.