Protección de los bienes culturales
La “protección reforzada” es una de las disposiciones del Segundo Protocolo de la Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado, adoptado en 1999.
La concesión por el Comité de tal protección en favor de sitios situados en países que son partes al Segundo protocolo puede hacerse bajo tres condiciones:
- que este sitio revista la más alta importancia para la humanidad;
- que esté protegido por medidas internas, jurídicas y administrativas adecuadas, que reconocen su excepcional valor cultural e histórico y que garantizan el más alto nivel de protección;
- y que no esté utilizado con fines militares o para proteger sitios militares.
Las Partes en conflicto tienen una obligación de garantizar la inmunidad de los bienes culturales bajo protección reforzada absteniéndose de hacerlos objeto de ataques y de utilizar esos bienes o sus alrededores inmediatos en apoyo de acciones militares. El Segundo Protocolo proporciona sanciones penales en caso de violación de esta inmunidad u otra tal violación grave de sus disposiciones.