La creciente violencia contra los periodistas y la necesidad de reforzar el respeto de la diversidad y la libertad de expresión centrarán un acto que tendrá lugar el miércoles 14 de enero en la Sede de la UNESCO.

El evento tiene lugar después del atentado de la semana pasada contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo y la sangrienta toma de rehenes en un supermercado kacher de París. 17 personas perdieron la vida como consecuencia de estos actos violentos.

La Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, y el caricaturista francés Plantu abrirán el programa, que consistirá en dos mesas redondas de debate.

La primera de ellas estará dedicada a la “Seguridad de los periodistas”. Entre los participantes figuran el periodista sueco Magnus Falkhed, el editor para Oriente Medio de la revista Newsweek, el periodista del rotativo francés Le Figaro Geroges Malbruno, el presidente del PEN International John Ralson Saul, el periodista del diario El Watan Omar Beluchet y el jefe de la sección derechos humanos y seguridad de la Federación Internacional de Periodistas, Ernest Sagaga.

La segunda mesa redonda, titulada “Diálogo intercultural y sociedades fragmentadas” examinará maneras de incrementar el respecto de la diversidad y la libertad de expresión; modos de construir entendimiento mutuo y tolerancia en los diferentes medios informativos; instar a los medios a fomentar el diálogo y alentar un compromiso positivo de los jóvenes. Entre los participantes figuran el ex presidente del Consejo Constitucional francés Robert Badinter, el Gran Rabino de Francia Haïm Korsia, el rector de la Gran Mezquita de París, Dalil Boubakeur y el escritor marroquí Tahar Ben Jelloun.

A raíz de los ataques de la semana pasada y de la ola mundial de protestas que provocaron, Irina Bokova, que participó junto al presidente francés François Hollande, en la marcha de solidaridad que congregó en París a millón y medio de personas, hizo un llamado solemne a la acción:

“Más allá de los testimonios de simpatía y solidaridad, debemos actuar. Para la UNESCO, eso significa en primer lugar apoyar y desarrollar la libertad de expresión y de prensa y luchar por la seguridad de los periodistas y contra la impunidad. Y, desde luego, reforzar de manera drástica la educación, el diálogo y la comprensión entre las culturas y las religiones. La violencia fanática traduce la perversión de espíritu de quien la comete y paraliza también el pensamiento de las víctimas, difundiendo un miedo que bloquea la razón y favorece las amalgamas. Como la violencia sectaria se propaga mediante el discurso del odio, la mentira y la instrumentalización de las religiones, hemos de responder construyendo herramientas que permitan a los jóvenes resistir a estas manipulaciones. Ello nos lleva al principio fundador de la UNESCO: ‘Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz’”.