La actividad fue convocada por la UNESCO, la Relatoría Especial de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Autoridad Nacional de Televisión (ANTV). Contó con el apoyo del observatorio iberoamericano de medios Observacom, la Deustche Welle, la Plataforma de Reguladores del Sector Audiovisual Iberoamericano (PRAI), CIMA, la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), la Cooperación Regional Francesa para América del Sur, el Reino de Suecia, The Global Forum for Media Development y el Banco para el Desarrollo de América Latina.

Todos los socios reivindicaron la necesidad de incluir a todos los actores del sector, y a todos los sectores (público, privado, comunitario) en las decisiones sobre el tema, así como de enfatizar la importancia de construir estándares internacionales de libertad y pluralismo. Es urgente además garantizar seguridad para el ejercicio del periodismo.

Se confirmó que, aun así, se debe continuar haciendo investigación sobre los temas más importantes, pues falta información necesaria para poder tomar decisiones y generar cambios positivos.

Otro de los puntos fue la necesidad de asegurar medios sostenibles financieramente regulados por órganos reguladores independientes. Guilherme Canela Godoi, Consejero Regional de la UNESCO en Comunicación en Información, postuló un documento en borrador sobre indicadores de sostenibilidad de medios de comunicación, para ser debatido y complementado por las entidades del área.

Al respecto, Petra Berner, de Deutsche Welle Academie, indicó que “la sostenibilidad económica es fundamental para la independencia editorial”. Por eso deben debatirse más las formas de financiación de medios comunitarios y una relación solidaria con las empresas privadas de medios, que también se debaten para garantizar su sostenibilidad y viabilidad.

La concentración de los medios fue también objeto de discusión y análisis. Juan Barata, de la Organización Europea para la Seguridad y la Cooperación (OSCE), recordó que, si bien “la digitalización es una oportunidad para promover el pluralismo y la libertad de expresión, más medios no son garantía de pluralidad, pues pueden estar en pocas manos o controlados por los gobiernos”.

En América Latina, donde “el índice de concentración de medios es probablemente el más alto en el mundo”, como indicó Toby Mendel, de la organización canadiense Law and Democracy, se señaló que debe apostarse también por los medios comunitarios, y por generar un ecosistema mediático plural, donde el diálogo y la colaboración primen sobre la competencia.

Para Edison Lanza, relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) —órgano autónomo de la OEA— es importante construir sistemas de medios libres y plurales. “Para ningún actor ni sector es justificable que existan monopolios de ningún tipo, ni privados ni públicos, ni analógicos ni digitales”.

Finalmente, los participantes enfatizaron que una regulación que busque la pluralidad y la transparencia en los medios debe partir del diálogo, el sano debate y la búsqueda de metas comunes entre medios públicos, privados y comunitarios.

Para Lanza, el evento mostró que “se está trabajando el tema de pluralismo con un debate abierto, honesto”. Y destacó que “Hay agendas comunes que podemos sacar adelante más allá de las diferencias que hay entre los actores” de América Latina y el Caribe.