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Derechos humanos: la búsqueda de la verdad y la reconciliación

© Chilean National Archive/Picture from the Human Rights Archive of Chile

El Registro Memoria del Mundo de la UNESCO contiene archivos relativos a las violaciones de los derechos humanos en Argentina, Chile, la República Dominicana, Paraguay, Camboya y los Estados del Báltico. En ellos no sólo se describen los horrores acaecidos en esos países, sino que además, en algunos casos, se documenta la resistencia a dichas violaciones. Todos ellos subrayan la necesidad de revelar la verdad del pasado para cicatrizar las heridas de sus países y consolidar los valores democráticos.

Libertad, Igualdad, Fraternidad. El lema puede haber sido acuñado hace más de 200 años durante la Revolución francesa, pero los derechos que supone todavía son difíciles de imponer o garantizar en muchos países del mundo.

Otro de los resultados de ese periodo de Francia fue la Declaración de derechos del Hombre y del Ciudadano, de 1789, cuya versión original manuscrita está en el Registro Memoria del Mundo de la UNESCO.

El documento es uno de los pilares fundamentales de los derechos humanos en el mundo. Pero la aplicación generalizada de esos derechos ha resultado una tarea muy difícil de llevar a cabo y, lamentablemente, la historia reciente abunda en ejemplos de países en los que no se respetan los derechos de sus ciudadanos.

Por ejemplo, en América Latina, en 1975 varios países fueron objeto de una campaña de represión política llevada a cabo por dictaduras militares de extrema derecha, conocida con el nombre de Plan Cóndor. Esta campaña consistió en asesinato de opositores, desaparición forzada de personas, ejecuciones extrajudiciales, represión y graves violaciones de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

El Plan se inspiró en el sistema de vigilancia extremadamente eficaz establecido por Rafael L. Trujillo en la República Dominicana. La represión estatal se prolongó durante toda la dictadura de Trujillo, que comenzó en 1930 y concluyó con su asesinato, en 1961. Fue el régimen más tiránico que haya conocido América Latina.

Pero esos países tuvieron en común la resistencia interna a esas violaciones de los derechos y el propósito, hoy en día, de dar a conocer los horrores de ese periodo, a fin de cicatrizar las heridas de esas naciones. En Chile, Paraguay y Argentina se ha procurado llevar ante la justicia a los responsables de las atrocidades, y las actas se encuentran archivadas en el Registro Memoria del Mundo.

Geográficamente muy lejos de América Latina, en Camboya también se produjeron graves violaciones de los derechos humanos de 1975 a 1979, cuando el país estaba dirigido por el partido comunista camboyano de los jemeres rojos. Se calcula que en el lapso de solo tres años, ocho meses y 20 días perdieron la vida tres millones de personas, esto es, de 25 a 30 por ciento de la población. Fueron víctimas de la hambruna provocada por la reforma agraria del partido, de los trabajos forzados, la tortura, la ejecución y la purga de los que se consideraba enemigos del partido, por mencionar solo algunas causas. Más de 15.000 personas pasaron por la infame Tuol Sleng (cárcel y centro de interrogatorios S-21) de la capital, Phnom Penh. De ellas, solamente un puñado sobrevivió a los suplicios. (Más información en el sitio web: Tuol Sleng Genocide Museum archive, sólo en inglés)

Como en el caso de los países de América Latina mencionados, el archivo del Museo del Genocidio Tuol Sleng de Phnom Penh figura en el Registro Memoria del Mundo y se espera que el conocimiento de las atrocidades cometidas ayude a prevenir la repetición de esos hechos.

La historia de Letonia, Lituania y Estonia no habla de ciudadanos en lucha contra sus compatriotas, sino de potencias extranjeras y de pactos secretos. Pocos días antes de que Alemania invadiera Polonia, en 1939, al comienzo de la segunda guerra mundial, el régimen nazi firmó un pacto de no-agresión con la Unión Soviética.

Un protocolo secreto anexo al acuerdo dividía Europa en zonas de influencia alemana y soviética. Los Estados del Báltico quedaron bajo la de Moscú, y en 1940 fueron anexados y organizados como repúblicas soviéticas. Sin embargo, hasta 1989 la Unión Soviética negó la existencia del acuerdo secreto. Esta situación sólo cambió después de una manifestación pacífica conocida como la “Vía báltica”, que tuvo lugar el 23 de agosto de 1989.

Ese día, el quincuagésimo aniversario de la firma del pacto, más de un millón de personas unieron sus manos para crear una cadena humana que atravesaba los tres países a lo largo de más de 600 km. Los grupos independentistas que organizaron la protesta pedían el reconocimiento de las cláusulas secretas del pacto. Tras la manifestación los tres países declararon rápidamente la independencia.

El hecho de que personas comunes y corrientes pudieran suscitar cambios pacíficos mediante la unidad social y el compromiso compartido, alentó los movimientos democráticos en toda la Unión Soviética.

La inscripción de temas como éste en el Registro Memoria del Mundo tiene por objeto despertar el interés y contribuir a conservar el patrimonio documental, que nos ayuda a comprender nuestra sociedad con sus múltiples complejidades.

Sin embargo, nuestro patrimonio documental ha sufrido considerables daños debido a la guerra, la agitación social, el saqueo, el tráfico ilícito, la destrucción, la conservación inapropiada y la falta de financiación.
Una creciente conciencia de estas circunstancias, junto con la convicción de la UNESCO de que el patrimonio documental del mundo pertenece a todos y debe ser preservado y protegido, culminó en la creación del programa Memoria del Mundo en 1992.

El objetivo del Programa es localizar los fondos de archivos y las colecciones de bibliotecas de todo el mundo que presentan un elevado interés, facilitar su preservación y contribuir a su difusión. La inscripción de una colección en el Registro Memoria del Mundo, creado en 1995, forma parte de este proceso.

Hasta la fecha se han incorporado al Registro unos 193 elementos, de grabaciones de música folclórica a películas y vestigios de documentos antiguos.

El Programa es supervisado por su Comité Consultivo Internacional, que celebrará su 10ª reunión bienal del 23 al 25 de mayo de 2011.

Inscripción en el Registro Memoria del Mundo

La inscripción de temas como éste en el Registro Memoria del Mundo  tiene por objeto despertar el interés y contribuir a conservar el patrimonio documental, que nos ayuda a comprender nuestra sociedad con sus múltiples complejidades.

Sin embargo, nuestro patrimonio documental ha sufrido considerables daños debido a la guerra, la agitación social, el saqueo, el tráfico ilícito, la destrucción, la conservación inapropiada y la falta de financiación.

Una creciente conciencia de estas circunstancias, junto con la convicción de la UNESCO de que el patrimonio documental del mundo pertenece a todos y debe ser preservado y protegido, culminó en la creación del programa Memoria del Mundo en 1992.

El objetivo del Programa es localizar los fondos de archivos y las colecciones de bibliotecas de todo el mundo que presentan un elevado interés, facilitar su preservación y contribuir a su difusión. La inscripción de una colección en el Registro Memoria del Mundo, creado en 1995, forma parte de este proceso.

 

 

 

 

 

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