Premio Nobel de la Paz 1950
Cuando Carl von Ossietzky hizo entrega del Premio Nobel de la Paz a Ralph Bunche, dijo: «Usted mismo ha afirmado que es un optimista incorregible. Ha dicho que estaba convencido de que la mediación en Palestina sería un éxito. Le aguarda un largo día de trabajo. Ojalá pueda fraguar la victoria de los ideales de la paz, los cimientos sobre los que debemos construir el futuro de la humanidad». Un día después, en su discurso de aceptación del Premio Nobel, Ralph Bunche explicó su filosofía: «Hay en el mundo quienes se han resignado prematuramente a aceptar la guerra como algo inevitable. Entre ellos se encuentran los defensores de la ‘guerra preventiva’, que en su resignación lo único que desean es elegir el momento que consideran oportuno para iniciarla. La idea de que una guerra puede prevenir otra es un abyecto juego de palabras y una forma despreciable de beligerancia. El objetivo de quienes creen sinceramente en la paz debe ser agotar todas las vías honorables con el ánimo de salvar la paz».