Mensaje del Secretario General

Hoy celebramos por primera vez el Día Internacional para la Conmemoración y Dignificación de las Víctimas del Crimen de Genocidio y para la Prevención de ese Crimen. Esta celebración además coincide con el aniversario de la aprobación de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948.

Este es un momento idóneo para ratificar nuestro compromiso de prevenir este grave crimen internacional, honrar la memoria de las víctimas y reafirmar el derecho a interponer recursos y obtener reparaciones, como se reconoce en el derecho internacional.

La prevención del genocidio supone prestar más atención a las señales de advertencia y estar dispuestos a adoptar medidas inmediatas para poner remedio. Este es el espíritu que subyace en mi iniciativa denominada «Los derechos humanos primero».

En definitiva, el genocidio no es algo que simplemente ocurre, sino que se desarrolla a lo largo del tiempo. No es un «resultado» accidental más de los conflictos, puesto que en la mayoría de los casos es un fenómeno sistemático y planificado, que tiene unos objetivos precisos y también puede darse fuera de las situaciones de conflicto.

Hoy en día en todo el mundo están aumentando la intolerancia y la xenofobia. A menudo se explota la peligrosa dinámica basada en la idea de que pertenecemos a bandos enfrentados para justificar que se excluya a comunidades por el hecho de tener diferentes formas de identidad como la religión, la etnia u otros aspectos, se niegue la asistencia, se restrinjan los derechos humanos y se perpetren actos de violencia atroces.

La prevención del genocidio es una obligación específica impuesta por el derecho internacional. La Corte Internacional de Justicia y otros órganos judiciales han sido muy claros a este respecto. Los gobiernos deben cumplir este imperativo invirtiendo en prevención y adoptando medidas preventivas. En este día internacional que hoy celebramos por primera vez, reconozcamos la necesidad de trabajar juntos de manera más concertada para proteger a las personas de violaciones graves de los derechos humanos y defender la humanidad que todos compartimos.