*************************************************************************** The electronic version of this document has been prepared at the Fourth World Conference on Women by the United Nations Development Programme (UNDP) in collaboration with the United Nations Fourth World Conference on Women Secretariat. *************************************************************************** AS WRITTEN Atención a posibles modificaciones por el orador Cuarta Conferencia Mundial Sobre la Mujer Declaración de FAWZI H. AL-SULTAN Presidente del FIDA Beijing, 4 a 15 septiembre de 1995 FONDO INTERNACIONAL DE DESARROLLO AGRICOLA Señora Presidenta, Señoras y señores: Una de las campesinas participantes en una Conferencia sobre la Mujer Rural que el FIDA contribuyó aorganizar hace tres años se expresaba con estas palabras: "Trabajamos día y noche, invierno y verano. No nos quejamos. Sin embargo, nos sentimos tristes porquede nuestro trabajo no se habla, porque se nos paga menos que a los hombres, porque las herramientas deproducción y los servicios de apoyo se han concebido sólo para el hombre". Reconocimiento, retribución equitativa, medios apropiados. Sus palabras traducen en forma conmovedoralas esperanzas frustradas de tantas mujeres de todo el mundo e indican cuál es quizá el problema clave quenos ha reunido hoy en Beijing, en esta Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Entre las instituciones internacionales, el FIDA tiene un mandato único: concentrarse exclusivamente enla lucha contra el hambre y la pobreza. Desde un principio, a medida que buscábamos formas sostenibles yrentables de ayudar a la población pobre a elevar su producción de alimentos y a mejorar su productividady sus ingresos, ibamos comprendiendo cuán decisiva es la función económica de la mujer para el logro deesos objetivos. Es paradójico que, aunque las mujeres rurales en todo el mundo en desarrollo produzcan la mayor parte delos alimentos y se encarguen de su elaboración y preparación, sean esas mismas mujeres las personas másexpuestas al hambre y a la pobreza. De hecho, una mayoría creciente de los más de mil millones dehabitantes del mundo sumidos en la pobreza absoluta está integrada por mujeres y la frase "feminizaciónde la pobreza" ha cobrado aguda realidad. Por otra parte, la mujer que está mal nutrida, que muchas vecesno sabe leer ni escribir y que es vulnerable a la enfermedad, tiene escasas posibilidades de ayudar a sushijos a conseguir una vida productiva y fructífera. De esa forma, el ciclo de las privaciones amenaza conprolongarse indefinidamente de una generación a otra. Así pues, en un sentido real, la mujer campesina se halla en el cruce del hambre y la pobreza, perorepresentando al propio tiempo la principal esperanza frente a esta trágica situación. Todas las veces quetiene oportunidad de mejorar su vida, la respuesta de la mujer rural es siempre entusiasta y a menudoeficaz. Al igual que otros grupos de escasos recursos - como los pequeños agricultores, los trabajadores agrícolassin tierra o los pequeños criadores de ganado - las mujeres rurales pobres son empresarios eficaces.Comprenden cabalmente los problemas que limitan su productividad y evidencian ingenio para superaresas limitaciones cuando se les ofrecen los medios para hacerlo. Por otro lado, la experiencia del FIDA yde otras instituciones demuestra que, cuando la mujer dispone de mayores ingresos contribuye a mejorar elestado nutricional y sanitario del hogar mucho más que el hombre que obtiene aumentos similares en susentradas. Una función económica bien retribuida da también a la mujer la posibilidad de ejercer conmayor plenitud sus derechos humanos y de gravitar más en la toma de decisiones dentro de sus familias ycomunidades. Es fundamental, desde luego, asegurar a la mujer un acceso adecuado a los servicios de educación y salud.Pero es preciso también estar dispuestos a escuchar a la mujer a la que nos proponemos ayudar así como asolicitar su participación activa. Esta disposición de ánimo es de importancia crítica para comprender susreales necesidades y prioridades y para idear y ejecutar intervenciones que le ayuden a superar lasdificultades con que se enfrenta. En particular, es importante ayudar a las mujeres a organizarse y amancomunar sus capacidades y experiencias, pues así podrán afrontar en condiciones de mayor igualdadun mundo que parece hostil a la mujer pobre, y que muchas veces lo es. A tal efecto, las ONG puedendesempeñar una función extremamente valiosa, y el FIDA se ha beneficiado mucho de su colaboración. Un ejemplo interesante de movilización de la mujer rural lo ofrecen las Federaciones de Mujeres deChina, cuya labor viene apoyando el FIDA a través de varios proyectos. Estas federaciones ayudan a lamujer a organizarse y a participar en programas de alfabetización y capacitación técnica así como autilizar el crédito y a aprovechar las nuevas actividades generadoras de ingresos. Un factor clave de suéxito es el notable empeño con que trabaja el personal de esas federaciones. Otro ejemplo, esta vez centrado en el crédito y el ahorro, es un proyecto apoyado por el FIDA en TamilNadu, India. Allí, una ONG está ayudando a sensibilizar a la mujer y a crear grupos de autoayuda. Através de ellos, la mujer realiza ahorros que son a su vez fuente de pequeños préstamos y que sirventambién de garantía para tener acceso a los montos mucho mayores de crédito que otorga la bancacomercial. La mujer, trabajando a través de estos grupos, ha adquirido confianza para tratar con losbancos, los organismos técnicos y los funcionarios, así como para emprender actividades colectivas. Lapotenciación del papel de la mujer tal vez sea el beneficio más importante de este proyecto innovador. Intervenciones como éstas demuestran a las claras que incluso la mujer muy pobre puede hacer un empleoeficaz de los préstamos y reembolsarlos con una disciplina que daría envidia a los bancos comerciales. Lamujer es auténticamente "financiable" . Desde luego, el crédito por sí solo no basta. Tiene que ir acompañado de una tecnología y servicios deextensión apropiados y combinado con medidas sobre tenencia de la tierra y propiedad del patrimonioproductivo. Esto último es importante porque son los propietarios quienes están más dispuestos a bonificar las tierras yefectuar otras inversiones en las fincas, y no quienes simplemente arriendan esos bienes y que, por tanto,sólo obtendrían un escaso beneficio a largo plazo de tales mejoras. Además, la falta de título de propiedadpuede bloquear el acceso al crédito y a otros servicios. La mujer es especialmente vulnerable a esterespecto porque en virtud de las leyes consuetudinarias sus derechos sucesorios y de propiedad sobre latierra han estado con frecuencia sujetos a notables limitaciones. Es éste un asunto que requiere constanteatención, especialmente en vista del número creciente de hogares rurales encabezados por mujeres. Es también de vital importancia arbitrar medios de producción y servicios apropiados para la mujer.Otorgamos pues especial prioridad al desarrollo de paquetes tecnológicos para la explotación de cultivos yla cría de ganado que sean de directo interés para la mujer agricultora, incluyendo por ejemplo laproducción de hortalizas, el aprovechamiento del potencial agrosilvícola y la mejora de los métodoszootécnicos para la cría de aves de corral, conejos, cabras y otros rumiantes menores. Tal vez la limitación más aguda que afrontan las mujeres es la disponibilidad de tiempo. La mujer trabajamás horas que el hombre, pero gran parte de su tiempo de trabajo se lo llevan las tareas domésticas. Esindispensable reducir la carga de trabajo y las horas que esas tareas requieren, para que la mujer tenga laoportunidad de emprender actividades económicas productivas. Con poco esfuerzo es dable hallar muchasinnovaciones que ahorran trabajo. Por ejemplo, en Côte d'Ivoire el mejoramiento de los hornillos decocina permite a la mujer acortar apreciablemente el tiempo necesario para ahumar el pescado, reduciendoa la vez el consumo de combustible. El acceso a molinos de grano en un proyecto en el Senegal hareducido el tiempo de preparación de los alimentos, y otro tanto ha ocurrido en un proyecto en Angolamediante el empleo de métodos más eficaces para la preparación de la mandioca. Todas estas mejorasabren a la| mujer pobre abrumada de trabajo la posibilidad de acceder a una vida más fructífera. De hecho, el FIDA ha trabajado junto con sus asociados para brindar esas oportunidades a millones demujeres. Esto se hace a veces mediante proyectos específicos para la mujer, aunque cada vez se recurremás a componentes específicos dentro de intervenciones de más amplio alcance - que aseguren a lasmujeres beneficiarias un acceso completo y equitativo a los servicios que ofrecen los proyectos. En los tresúltimos años el FIDA ha proporcionado alrededor de USD 420 millones para contribuir a que la funcióneconómica de la mujer sea más productiva. En los próximos tres años esperamos destinar unos USD 520millones a financiar actividades que ayuden a la mujer a elevar su oductividad y sus ingresos. Se prevéque estos proyectos habrán de beneficiar a unos 11,25 millones de mujeres pobres. Señora Presidenta: A fines de este siglo XX, hemos adquirido bastante experiencia y conocimientos técnicos para superar laslimitaciones que la mujer ha heredado de la historia. Naturalmente, tenemos que desarrollarlos aún más eintercambiar ideas e información con las numerosas ONG, instituciones locales y organismos oficiales quetrabajan con determinación y empeño en este campo. El FIDA se halla pronto a colaborar con otras instituciones a este respecto. Como parte de las importantesiniciativas adoptadas, estamos ayudando a organizar una Conferencia sobre el Hambre y la Pobreza que hade celebrarse en el mes de noviembre en Bruselas, con la finalidad concreta de crear una coaliciónoperativa de ONG, instituciones nacionales e internacionales que rúnen sus esfuerzos para eliminar elhambre y la pobreza. La mujer, y sobre todo la mujer rural, ocupará un lugar central en esta empresa. Ahora bien, para que estos esfuerzos logren pleno éxito en proporcionar a la mujer el reconocimiento y losmedios quenecesita, es indispensable que se abra una nueva perspectiva en la sociedad. Las limitaciones con quetropieza la mujer no son connaturales, en realidad son en su mayoría "obra del hombre". Lo que las sociedades han hecho para limitar las condiciones de vida y las posibilidades de la mujer,puede deshacerlo también la sociedad, y así debe ser. Sólo aquellas sociedades que permitan a la mujer serauténticas copartícipes estarán en condiciones de aprovechar el pleno potencial productivo y creativo delpaís para ofrecer una vida plena y satisfactoria a toda su población. Triste es decirlo, pero muchassociedades aún siguen hoy día tratando de caminar con una pierna y media". Es hora de que aprendan abasarse en dos apoyos iguales y complementarios: el hombre y la mujer. Espero que esta Conferencia deBeijing constituya un paso decisivo para la consecución de ese objetivo. Muchas gracias.