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Narración

Suk Kumari, de 77 años, nunca ha vivido en una casa con baño propio por lo que acostumbrase a hacerlo en un retrete no le ha resultado fácil. . Ahora que, además, ha perdido la vista, su hija, Nanda, dice que se ha convertido en una tarea casi imposible.
«Primero, tropezó dos veces y, luego, enfermó. Mientras estuvo enferma, le fue muy difícil ir sola al baño y necesitaba ayuda.»

La situación de Suk Kumari no es excepcional. A nivel mundial, cerca de dos mil quinientos millones de personas, una de cada tres, no tienen acceso a un retrete. En zonas rurales de Nepal esta cifra puede ser superior.

«Nos hemos acostumbrado a tener dolor de estómago continuamente. »

Cada día, alrededor de 2000 niños mueren de forma prematura a consecuencia de la diarrea causada por la falta de acceso al agua potable y a unos sanitarios limpios.

Las mujeres y las niñas son especialmente vulnerables. Defecar al aire libre las expone al riesgo de sufrir agresiones. Además, gestionar la menstruación con dignidad les supone todo un reto.

«Siempre teníamos miedo de que alguien viniera y tuviéramos que defendernos. No nos sentíamos seguras. »

Las hermanas Silwal viven en Golche, en el centro de Nepal, lugar en el que hasta hace poco, más del 90 por ciento de la población defecaba en la calle.

Tras ser informadas de las consecuencias de la defecación al aire libre, se dieron cuenta de la importancia que tiene poseer retretes y decidieron ellos mismos hacer algo al respecto.

Elawati es un funcionario que trabaja en el proyecto de Agua, Saneamiento e Higiene, WASH.
«Construiremos todos sobre el terreno y la comunidad participará en todo… en los recursos hídricos, los sanitarios, las casas… Así, la gente se dará cuenta de que si defecan al aire libre van a contaminar directamente el agua".

Según el Banco mundial, por cada dólar invertido en saneamiento, se consigue un retorno de otros cinco dólares. Invertir en saneamiento, animar a las comunidades a construir sus propios sanitarios y enseñar a la gente hábitos de higiene no sólo mejora la salud, también la economía, dice el comerciante, Govind Das Shrestha.

«Si vienen a comprar un sanitario, compran también otras cosas como patatas o teléfonos móviles. La campaña es buena para los negocios y la comunidad. »

El Consejo Colaborativo de Abastecimiento de Agua y Saneamiento de la ONU, WSSCC, se encarga del Fondo de Saneamiento Global, establecido para aunar y dirigir los recursos de los programas nacionales que promueven la higiene y apoyan el acceso al saneamiento entre los más desfavorecidos.
Desde que en 2010 el Fondo comenzó a apoyar el Saneamiento Nacional en Nepal, más de medio millón de personas ha conseguido acceder a sanitarios. El país tiene como objetivo la erradicación de la defecación al aire libre en 2017.
Dinesh Pakhrin está construyendo su primer sanitario.
«Estoy contento porque he construido un baño con mis propias manos y ya no tenemos que defecar en el campo. »

Las Naciones Unidas han convertido el saneamiento en una prioridad global al reconocer su importancia y las ventajas que presenta para todas las comunidades. Así, recientemente lanzó una campaña de llamada a la acción para acabar con la defecación al aire libre a nivel mundial en 2025.

Desde su lanzamiento, aproximadamente cuatro millones de personas en 11 países han dejado de defecar en público.

Este informe fue producido por Andrew Martin para las Naciones Unidas.

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