El proceso de justicia y reconciliación en Rwanda
Durante el genocidio de 1994 en Rwanda, cerca de un millón de personas perecieron y unas 250.000 mujeres fueron violadas, lo que dejó a la población del país traumatizada y a su infraestructura diezmada. Desde entonces, Rwanda ha estado enfrascada en un ambicioso proceso de justicia y reconciliación con el objetivo final de que todos los rwandeses vivan una vez más unidos y en paz.
Justicia después del genocidio
En los años que siguieron al genocidio, más de 120.000 personas fueron detenidas y acusadas de responsabilidad penal por su participación en las matanzas. Para hacer frente a ese aplastante número de perpetradores, se procuró una respuesta judicial en tres niveles:
- el Tribunal Penal Internacional para Rwanda,
- el sistema judicial nacional de Rwanda y
- los tribunales gacaca
El Tribunal Penal Internacional para Rwanda
El Tribunal Penal Internacional para Rwanda (ICTR) fue establecido por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el 8 de noviembre de 1994. El Tribunal tiene el mandato de enjuiciar a las personas que tienen la mayor responsabilidad por el genocidio y otras violaciones graves del derecho internacional humanitario cometidas en Rwanda entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 1994.
El primer juicio comenzó en enero de 1997 y para diciembre de 2012, el Tribunal había completado la primera parte de su mandato. Durante sus dos décadas de trabajo en Arusha, Tanzanía, el Tribunal condenó a 61 personas a penas de hasta cadena perpetua por su participación en las masacres. Catorce acusados fueron absueltos y otros 10 remitidos a los tribunales nacionales. El Tribunal celebró 5.800 días de actuaciones, inició actuaciones contra 93 personas acusadas, emitió 55 juicios de primera instancia y 45 de apelación, y escuchó los «testimonios de más de 3.000 testigos que valientemente relataron algunos de los eventos más traumáticos imaginables durante los juicios del Tribunal», dijo el Presidente del Tribunal, Juez Vagn Joensen, al Consejo de Seguridad de la ONU en diciembre de 2015.
El Mecanismo de los Tribunales Penales Internacionales (MTPI), establecido por el Consejo de Seguridad en diciembre de 2010, se hizo cargo de las tareas pendientes del ICTR y del Tribunal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY). El Mecanismo es esencial para que el cierre de ambos Tribunales no deje la puerta abierta a la impunidad de los prófugos restantes. En lo que se refiere a Rwanda, el Mecanismo entró en vigor el 1 de julio de 2012.
El Tribunal ha pronunciado varios veredictos ejemplarizantes, a saber:
- En el primer juicio tramitado por un tribunal internacional sobre genocidio, un ex alcalde, Jean-Paul Akayesu, fue condenado en 1998 por nueve delitos de genocidio y crímenes de lesa humanidad. En el veredicto fue el primero en concluir que la violación y el asalto sexual constituían actos de genocidio en tanto en cuanto fuesen cometidos con la intención de destruir, en su totalidad o en parte, al grupo destinatario. Los jueces dictaminaron que, en el caso de Rwanda, el asalto sexual formaba parte integrante del proceso de destrucción del grupo étnico tutsi y que la violación era sistemática y se había perpetrado exclusivamente contra las mujeres tutsi, lo que ponía de manifiesto la intención específica exigida en esos actos para que constituyesen genocidio.
- La condena a cadena perpetua del primer ministro durante el genocidio, Jean Kambanda, en 1998 fue la primera vez en que se condenó a un jefe de gobierno por el delito de genocidio.
- La causa «Medios de información» vista por el Tribunal en 2003 fue el primer juicio, desde que se condenó a Julius Streicher en Nuremberg a raíz de la segunda guerra mundial, en que se examinó la función de los medios de información en el contexto de la justicia penal internacional.
El sistema judicial nacional
Los tribunales nacionales de Rwanda enjuician a los acusados de planificar el genocidio o de cometer graves atrocidades, entre ellas la violación. A mediados de 2006, los tribunales nacionales habían juzgado a aproximadamente 10.000 sospechosos de genocidio. En 2007, el Gobierno de Rwanda abolió la pena de muerte, que se había aplicado por última vez en 1998, cuando fueron ejecutados 22 condenados por delitos relacionados con el genocidio. Este acontecimiento eliminó uno de los principales obstáculos para el traspaso a los tribunales nacionales de los casos de genocidio que tramitaba el Tribunal Penal Internacional para Rwanda puesto que el plazo para la conclusión de la labor del Tribunal Internacional ya está próximo.
El sistema de tribunales gacaca
Para buscar solución al hecho de que miles de acusados seguían en espera de juicio en el sistema judicial nacional y lograr la justicia y la reconciliación a nivel de base, el Gobierno de Rwanda restableció el sistema de justicia comunitaria tradicional denominado «gacaca» (se pronuncia GA-CHA-CHA), que en 2005 empezó a funcionar a plena capacidad.
En el sistema gacaca, las comunidades a nivel nacional eligen jueces que se encargan de los procesos contra sospechosos de cometer genocidio acusados de todos los crímenes, excepto la planificación del genocidio. Estos tribunales imponen penas menos severas si la persona se ha arrepentido y trata de reconciliarse con la comunidad. A menudo, los prisioneros que confiesan regresan a sus hogares sin otra penalidad o reciben órdenes de prestar servicios a la comunidad. Desde 2005, más de 12.000 tribunales comunitarios han enjuiciado a más de 1,2 millones de casos en todo el país.
Los tribunales gacaca sirven también para promover la reconciliación proporcionando a las víctimas un mecanismo para conocer la verdad acerca de la muerte de sus familiares y parientes. También ofrecen a los perpetradores la oportunidad de confesar sus crímenes, demostrar su arrepentimiento y pedir perdón frente a sus conciudadanos. Los tribunales gacaca cerraron oficialmente el 4 de mayo de 2012.
Unidad y reconciliación en Rwanda
El proceso de reconciliación en Rwanda se centra en la reconstrucción de la identidad rwandesa, así como en equilibrar la justicia, la verdad y la situación futura de paz y seguridad. El Gobierno de Rwanda ha adoptado diferentes medidas para lograr el objetivo de que perpetradores y víctimas coexistan en paz. Por ejemplo, la Constitución establece ahora que todos los rwandeses tienen igualdad de derechos. Y todas las leyes aprobadas combaten la discriminación y la ideología genocida que los dividía.
La responsabilidad primordial por los esfuerzos de reconciliación en Rwanda compete a la Comisión Nacional de Unidad y Reconciliación establecida en 1999. Las principales actividades de la Comisión son las siguientes:
- Ingando: Un programa de educación para la paz en los campamentos de solidaridad. Entre 1999 y 2009, más de 90.000 rwandeses participaron en estos programas de educación cuya finalidad es esclarecer la historia de Rwanda, comprender los orígenes de la división entre la población, promover el patriotismo y luchar contra la ideología genocida.
- Itorero: Establecido en 2007, el objetivo del programa Itorero es promover los valores rwandeses y educar a dirigentes que luchen por el desarrollo de la comunidad. En el programa Itorero participaron 115.228 personas entre 2007 y 2009.
- Seminarios: Formación de dirigentes comunitarios, dirigentes de partidos políticos, jóvenes y mujeres en asesoramiento sobre traumas, mitigación y solución de conflictos y sistemas de alerta anticipada.
- Cumbres nacionales: Desde 2000, se han organizado varias cumbres nacionales sobre temas relacionados con la justicia, la buena gobernanza, los derechos humanos, la seguridad nacional y la historia nacional.
- Investigación: La Comisión ha publicado algunos estudios que investigan las causas de los conflictos en Rwanda y la manera de mitigarlos y resolverlos.