Este mensaje se publicó inicialmente en el perfil del Sr. Ban en LinkedIn 
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9 de mayo de 2014 – El cambio climático ya está sucediendo; ese es el mensaje del recién publicado informe sobre la evaluación del clima de los Estados Unidos. El informe sigue los pasos de los informes del del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) — , el órgano internacional encargado de evaluar los datos científicos relativos al clima) en los que se confirma que el cambio climático es una realidad y sus consecuencias se dejan ver en todos los continentes.
Esas son las malas noticias: que las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando a un ritmo cada vez mayor y seguirán así a menos que tomemos medidas. Y en estos momentos no estamos tomando medidas suficientes para frenar las emisiones y no estamos preparados para tratar las consecuencias del cambio climático.
No obstante, el Grupo Intergubernamental llegó a otra conclusión sorprendente. Todavía existen opciones para limitar el cambio climático si actuamos con urgencia a gran escala y si lo hacemos ya. Cabe destacar que el informe también hace hincapié en que actuar ahora costará mucho menos que dejarlo para más tarde.
Tanto el informe de los Estados Unidos como los del IPCC hacen sonar las alarmas, nos recuerdan sin lugar a dudas que el tiempo es fundamental y que, cuanto más tardemos, más pagaremos. Pero, en mi opinión, también dejan lugar a la esperanza porque hacen hincapié en que todavía estamos a tiempo de actuar.
Con esta sensación de optimismo llegué a Abu Dhabi, a fin de dar fuerza al impulso con miras a la Cumbre sobre el Clima que organizaré en Nueva York el 23 de septiembre. La Cumbre movilizará la voluntad política en favor de un acuerdo jurídico significativo sobre el cambio climático en 2015 y obtendrá nuevos compromisos concretos.
Con apenas cinco meses por delante, la «Reunión preparatoria» de Abu Dhabi ayudó a los más de 1 000 dirigentes de gobiernos, empresas y de la sociedad civil participantes a intercambiar ideas sobre las esferas críticas donde se necesitan acciones para el clima y a decidir sobre las medidas audaces que anunciarán en la Cumbre de septiembre.
Resulta alentador ver que cada vez más gobiernos y empresas toman medidas para labrar un futuro bajo en carbono. Conocen las consecuencias muy reales del cambio climático, pero también acogen las soluciones eficaces y asequibles que tenemos al alcance de la mano, ejemplos de acciones sobre el clima que todos podemos imitar.
Me da la sensación de que se está haciendo mucho más para hacer frente al cambio climático de lo que se da a conocer. Se está generando impulso.
Vi en persona uno de esos casos el lunes, al visitar la central solar de Shams en el desierto de Abu Dhabi , un recinto de 250 hectáreas que genera 100 MW de electricidad, con lo que aporta energía para 20.000 hogares. Es una de las mayores centrales solares concentradas del mundo.
Los trabajadores de la central dicen que ha sido todo un éxito desde el punto de vista tecnológico, pero también económico. Está rentabilizando la inversión y, aunque la central tiene menos de un año, el director me dijo que se estaba trabajando mucho para reducir los costos de ese tipo de centrales en el futuro próximo.
Los ejemplos abundan.
El Pasillo de energía limpia de África, que recorre desde Egipto hasta Sudáfrica, tiene por finalidad agilizar la producción de energías renovables, como la geotérmica, la eólica y la solar, para responder a la creciente demanda energética del continente.
La Iniciativa Faros de los pequeños Estados insulares en desarrollo, que aspira a ampliar el acceso a las energías renovables, está ejerciendo una influencia que transforma la seguridad energética y la situación económica de las pequeñas naciones insulares.
Hace poco, el territorio insular de Tokelau demostró al mundo lo que se puede conseguir, al comenzar a extraer el 100% de la energía de fuentes solares, con lo que puso el listón muy alto para la acción sobre el clima.
Las empresas también responden al desafío y se ponen a la cabeza, pues muchas están invirtiendo en energías renovables.
IKEA se ha comprometido a contar con 206 turbinas eólicas en propiedad en todo el mundo y tiene la intención de instalar paneles solares en el 90% de las tiendas en los Estados Unidos, en un avance destinado a lograr la neutralidad climática para 2020.
Apple ha realizado enormes inversiones para alimentar sus instalaciones con energías renovables , incluida una granja solar propia y pilas de combustible.
Hasta ahora, 335 organizaciones se han unido a «Cuidar el clima» , la iniciativa de las Naciones Unidas sobre el cambio climático para los altos cargos de empresas.
Como ya hemos escrito antes, hay muchas formas en que nosotros, como personas también podemos marcar la diferencia: desde aumentar la eficiencia energética en casa hasta comprar productos locales y ecológicos, reducir nuestra huella de carbono y preocuparnos por que nuestra cartera de inversiones tenga más en cuenta el medio ambiente.
Como profesionales, está en su mano que tanto el lugar donde trabajan como su hogar sean más ecológicos, pueden pasar la palabra entre los compañeros y preguntar a su empresa qué está haciendo para asegurar un futuro sostenible.
Todo está en el aire. Tal vez no tengamos una segunda oportunidad. Cuanto más tardemos, más pagaremos.
En vez de concentrarnos en los obstáculos que tenemos por delante, prestemos atención a las posibilidades que, por experiencia, sabemos que existen cuando recurrimos a la creatividad, el ingenio y, sobre todo, la voluntad colectiva.
Ya va siendo hora de que los dirigentes dirijan y va siendo hora de que cada uno de nosotros nos consideremos dirigentes. Haga frente al desafío. Únase a la carrera del clima hacia la cima.
