La UNESCO emprendió la labor de publicar una serie de obras colectivas - las historias de los pueblos por sí mismos - con primera ambición trascender las historias nacionales para estudiar áreas más vastas de la civilización humana.
En efecto, la memoria del mundo no sólo se compone de reyes y héroes, de batallas y de conquistas, de grandes catedrales y de realizaciones monumentales.
En este sentido, la duración permite aprehender la evolución de las sociedades, la expansión de las culturas, las grandes corrientes de intercambio y las relaciones entre las diferentes partes del mundo.
La segunda ambición a la que tratan de responder estas colecciones es la de ofrecer puntos de vista pertinentes. Por eso adoptan el prisma de las poblaciones concernidas, poblaciones cuyo pasado a menudo ha permanecido oculto, o poco valorado, o se ha considerado periférico en relación con la historia de los colonizadores y las naciones dominantes, en una palabra de los que suelen escribir la Historia. Las Historias Generales aspiran por lo tanto a desvelar la conciencia de los pueblos y la visión que éstos tienen de su propio destino. Por eso, entre sus autores hay una importante proporción de especialistas locales de reconocido prestigio académico.