| La asociación y participación activa de las poblaciones en el programa de desarrollo del turismo es una condición sine qua non para un « turismo de calidad ».Éste comprende la protección de los sitios, el buen funcionamiento de las infrastructuras y los servicios turísticos y la creación de pequeñas empresas. Gracias al retroceso resultante de la pobreza - 36% de la población camboyana vive hoy por debajo del nivel de pobreza - se reducirán las situaciones atentatorias contra la dignidad de las personas y los niños en particular, disminuirá la mendicidad y progresarán, por el contrario, la nutrición, la educación y la salud de las poblaciones. APSARA, la UNESCO y la ONG AIDETOUS organizaron en septiembre-octubre de 2003 en Siem Reap un seminario de formación de educadores en desarrollo sostenible del turismo, que permitió formar a 16 jóvenes camboyanos en el desarrollo sostenible del turismo, con objeto de que sensibilicen a un turismo ético a profesionales del turismo, turistas y campesinos. Con tal fin se realizaron experimentos sobre el terreno en tres pueblos del sitio de Angkor - Sra Srang, Prek Toal y Ron Tani - según el proceso siguiente: sensibilización, diálogo, atención a las sugerencias de los campesinos, formulación de recomendaciones y microproyectos (por ejemplo, creación de un centro de producción y venta de objetos de artesanía, inauguración de una casa de huéspedes para turistas y de una « casa de niños »). Las actividades de seguimiento insistirán en la formación de nuevos educadores, preferiblemente mujeres esta vez, en especialidades que no existían en la primera promoción, el acopio de datos para evaluar las potencialidades del empleo y las competencias, una campaña de sensibilización de los jefes de aldeas, comunas, distritos, pagodas, los maestros y el apoyo a la creación de microempresas. Este seminario de formación de educadores del turismo sostenible y su programa de seguimiento son conformes a las propuestas de la Declaración de París. La realización de un turismo sostenible, capaz de atraer a los « nuevos turistas » (más sensibles a la ética y también a la relación calidad-precio de las prestaciones, con más curiosidad por los modos de vida y las expresiones, no sólo del pasado de la cultura, sino también de sus creaciones contemporáneas) en número cada vez mayor, permitirá promover Camboya como « el otro destino del Sudeste asiático ». Diez años después del llamamiento a « salvar Angkor », se hace un llamamamiento a visitar Angkor preservando la « sonrisa jémer ».
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