Las Rutas del hierro en África

En un contexto de mundialización y en un momento en el que la humanidad toma conciencia de que ha entrado en una nueva era, Africa está llamada a asistir a esta cita, presentándose de manera distinta ante un mundo que por lo general ha ocultado su pasado tecnológico.

Como núcleo de los debates de la Conferencia de iniciación del proyecto (Abuja, febrero de 1995) aparecieron tres conceptos principales: tradición, modernidad y desarrollo del continente. El proyecto de las Rutas del hierro en Africa tiene como objetivo actualizar la cultura tecnológica de ese continente para atender mejor a los problemas de desarrollo; se trata de que los africanos tomen conciencia de su pasado para preparar mejor su porvenir.

Orígenes

El creciente interés manifestado por los científicos y los industriales en relación con el hierro africano

Desde hace unos 15 años numerosos equipos de investigación, interdisciplinarios e internacionales, vienen trabajando en la reconstitución de la historia del hierro en Africa, poniendo de relieve la importancia económica, social y cultural que ese metal reviste en las sociedades africanas desde el periodo precolonial hasta nuestros días.

La labor efectuada ya ha sido objeto de interesantes publicaciones y además ha dado lugar a importantes encuentros internacionales en Europa, Estados Unidos y Africa. Según las dataciones efectuadas con radiocarbono, los orígenes de la metalurgia en Africa se remontan al tercer milenio antes de nuestra era y, por lo tanto, ese continente no recibió las técnicas de la metalurgia del exterior, como se pretendía anteriormente, sino que conoció el desarrollo de técnicas endógenas. Como lo muestran estudios de laboratorio apropiados, los herreros africanos utilizaron técnicas muy elaboradas en la fabricación de armas, objetos de arte y objetos de culto. Por último, el estudio de la supervivencia de las técnicas antiguas en la vida de las sociedades actuales muestra la gran capacidad de los artesanos de adaptar el saber tradicional a la fabricación de herramientas modernas, utilizando hierro de recuperación.

Los investigadores se interesan además en las repercusiones del trabajo del hierro en la evolución del medio ambiente, dado que los metalurgistas y herreros utilizan leña a fin de obtener el carbón necesario para producir hierro o transformarlo en la fragua.

Todos estos diferentes aspectos son otras tantas preocupaciones que la comunidad internacional estaba llamada a hacer suyas.

Exploración de nuevas vías de desarrollo

La UNESCO proclamó la década 1988-1997 Decenio Mundial para el Desarrollo Cultural. En este contexto se invitaba a la comunidad internacional a corregir su enfoque cuantitativo del desarrollo y hacer que se tuviera sistemáticamente en cuenta su dimensión cultural, con miras a un desarrollo más humano. Así, la UNESCO invitó a los Estados Miembros a experimentar un enfoque innovador de desarrollo que integrara saber tradicional y valores filosóficos, metafísicos y religiosos. Dicho enfoque favorece una revalorización del patrimonio cultural y el genio creador propio de cada pueblo, al que se ha de recurrir para construir el porvenir.

Objetivos

Al proclamar la década 1988-1997 Decenio Mundial para el Desarrollo Cultural, la Asamblea General de las Naciones Unidas invitó a la comunidad internacional a corregir su enfoque cuantitativo del desarrollo y hacer que se tuviera sistemáticamente en cuenta su dimensión cultural, con miras a un desarrollo más humano.

Ahora bien, aunque ciertamente el hierro, elemento constitutivo de todo ser, no es monopolio de nadie, cada pueblo estableció en su evolución económica, social, cultural e industrial una relación específica con ese metal.

En la mentalidad africana el hierro encarna tantas virtudes, valores y referencias míticas que muchos pueblos lo han erigido en divinidad. Desempeñó un papel decisivo en la construcción de los mitos fundadores y en la estructuración socioprofesional de múltiples sociedades y clanes, hasta el punto de que se puede hablar de una verdadera "cultura del hierro" en Africa.

Asimismo, desde hace unos 20 años algunas publicaciones científicas se refieren a descubrimientos arqueológicos que revelan la existencia de una metalurgia africana del hierro más antigua de lo que se solía suponer (tercer milenio antes de nuestra era). Esto pone en tela de juicio las tesis según las cuales esa tecnología se había difundido en Africa partiendo del Cercano Oriente y pasando por el Norte del continente.

Así, cuando se multiplican las conjeturas y estudios prospectivos en relación con el desarrollo, hacer resurgir ese patrimonio cultural poniendo la cultura del hierro al servicio del desarrollo ofrece no sólo una nueva perspectiva sobre el conocimiento de las sociedades en cuestión, sino además un marco preciso y movilizador para llevar a cabo actividades de salvaguardia del patrimonio, promoción de las artes y las artesanías, educación y actividades industriales, además de un punto de partida de una cultura del mantenimiento, en gran parte inexistente hoy en día, lo que perjudica considerablemente el desarrollo sostenible en Africa.

Precisamente en este contexto la Conferencia General de la UNESCO adoptó en su 26ª reunión (1991) el proyecto las Rutas del hierro en Africa presentado por Mozambique, sostenido por el grupo de Estados Africanos, Francia, los Países Bajos, Portugal y Venezuela y respaldado por la OUA. Su objetivo es:

"desarrollar una investigación científica interdisciplinaria y actividades intersectoriales en relación con el trabajo del hierro, cuyos resultados podrán tenerse en cuenta, sobre todo en actividades de educación y comunicación en los proyectos y las estrategias de desarrollo industrial en los Estados Miembros de Africa, lo que favorecería las interacciones entre la educación, la comunicación, la acción cultural y el desarrollo comunitario."

El proyecto se propone, pues, fomentar el conocimiento del pasado para preparar mejor el porvenir y servir de articulación entre la cultura, la ciencia, la tecnología y el desarrollo.

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