S. Garnett Russell, Profesor Asistente del Teachers College, Universidad de Columbia, y Director del Centro George Clement Bond para la Educación Africana
En 1994, Rwanda vivió uno de los peores genocidios de la historia. En tan solo 100 días, más de 800,000 ruandeses murieron y aproximadamente 350,000 mujeres fueron violadas. Hoy, Rwanda se presenta como un paradigma para los países que desean alcanzar la igualdad de género en un contexto posterior a los conflictos. Este blog destaca algunos de los trabajos que el país ha realizado para impulsar la igualdad de derechos de hombres y mujeres en sus leyes y políticas, y mediante su sistema educativo a través de los libros de texto. También muestra, sin embargo, que tomará tiempo cambiar las opiniones profundamente arraigadas sobre las normas de género.
Rwanda ha hecho notables avances en el camino hacia la igualdad de género: por ejemplo, actualmente Rwanda tiene el mayor número de mujeres en el parlamento en el mundo, donde las mujeres ocupan el 64% de los escaños. Además, hay paridad de género, es decir, un número igual de niñas y niños, tanto en la escuela primaria como en la escuela secundaria. Además, Rwanda defiende una Ley de Violencia Basada en el Género (2008), que protege los derechos de las mujeres y criminaliza la violencia de género, incluyendo la violación conyugal y la violencia de pareja.
En un artículo reciente, examiné cómo se promueve la igualdad de género en Rwanda posgenocidio en el sector de educación, mediante un análisis de los documentos de política educativa nacional, los currículos y los libros de texto. Encontré que todos incluían discusiones generales de la igualdad de género, a menudo enmarcadas en términos del desarrollo del país y en el lenguaje de los derechos humanos. Seguir leyendo