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Día Mundial de la Lucha contra el Sida: una escuela se enfrenta a los desafíos del VIH y del SIDA

Zambiaschool_challengeHIV

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Dia Mundial de la Lucha contra el Sida: una escuela se enfrenta a los desafíos del VIH y del SIDA

A comienzos de los años 2000 la Escuela de Enseñanza Secundaria de Mulwari, situada en las afueras de Livingston, Zambia, se estaba viendo muy afectada por la elevada prevalencia del VIH en la comunidad local.  Los resultados escolares de los estudiantes estaban sufriendo como consecuencia de esta situación, con apenas un 32% de aprobados en séptimo grado y un 30% de aprobados en el noveno grado.

"Antes, nuestra escuela era conocida como la escuela cementerio". Así se expresaba uno de los orientadores escolares en Mulwari con ocasión de una visita a la escuela en febrero de 2016 realizada como parte del segundo Foro de Campeones del Aprendizaje "Learning Champions" (integrado dentro de la Comisión Especial sobre Métricas de los Aprendizajes (Learning Task Metrics Force - LMTF)).

Sin embargo, después de 10 años la imagen ha cambiado radicalmente y el bajo rendimiento de los estudiantes ha desaparecido. El absentismo escolar es solamente un problema menor y la tasa de aprobados ha escalado hasta el 74% en el caso de los alumnos de noveno grado y hasta el 71% para los de séptimo grado en solamente una década.

La directora de la escuela, Judith Mushoke, señala que "la escuela se dió cuenta de que había un problema y no nos resignamos a quedarnos de brazos cruzados. Adoptamos medidas para mitigar el problema y elaboramos un plan centrado en los estudiantes y en los docentes".

 

Un entorno de aprendizaje difícil

Sentada en la fresca sombra de su oficina, Mushoke explica cómo había muchos estudiantes que estaban atrapados en una red de problemas que les impedía concentrarse en el trabajo escolar. Muchos padres vivían con VIH, padecían desempleo y se encontraban hundidos en una situación de gran pobreza. El resultado es que los estudiantes se veían obligados frecuentemente a asumir responsabilidades e incluso a hacerse cargo del hogar después del fallecimiento de uno de los padres, lo que afectaba a su rendimiento escolar.

El colegio señala que el consumo de alcohol aumentaba cuando los padres en paro no tenían nada que hacer y que con los bares abiertos desde tempranas horas de la mañana los hijos se iniciaban también en el consumo de alcohol.

Mushoke señala que “los estudiantes bebían,  incluso estudiantes de cuarto grado, lo que afectaba gravemente a su rendimiento escolar”.

En otras ocasiones, los alumnos que contraían la enfermedad tenían que luchar contra la falta de apoyo tanto en la escuela como en casa. Los estudiantes tenían que hacer frente frecuentemente a problemas como la discriminación, la estigmatización y el hambre.

 

La escuela responde

Consciente de que se encontraba ante un problema cada vez mayor, la escuela dio un paso al frente con un plan de trabajo para devolver a la escuela a los estudiantes absentistas y crear una atmósfera saludable de aprendizaje para todos. La escuela elaboró nuevas directrices de educación sobre la salud y mejoró su sistema de orientación y asesoramiento.

Hoy en día en el amplio recinto escolar encontramos letreros de madera blasonados con mensajes. Letreros que dicen "Dí no a la presión social" y "Acude a los servicios de ayuda a la juventud de tu escuela y centro de salud" cuelgan de los árboles que bordean los caminos de tierra que comunican los diferentes edificios de la escuela. Un floreciente huerto y las ayudas procedentes de ONGs locales sirven para dar de comer a aquellos estudiantes que necesitan un suplemento nutricional extra durante la jornada escolar.

La iniciativa de la escuela contó con el apoyo y la participación de padres, docentes, alumnos y líderes locales. En palabras de Musoke “conseguimos que tanto ellos como otros agentes se sumarán a este proyecto”. 

La escuela creó los Grupos de Acción Comunitaria o Community Action Groups (CAG), formados por estudiantes que utilizan el teatro y la poesía para llegar a la comunidad y concienciarla. Los estudiantes han ayudado a que el conjunto de la comunidad rechace los estigmas, explicando a la gente la realidad de cómo alguien puede infectarse y las medidas para evitarlo, así como difundiendo mensajes de apoyo. La dirección de la escuela ha incorporado la educación sobre el sida y el VIH dentro del currículo. También se encuentra incluida dentro de las evaluaciones escolares, por lo que se puede saber cuál es el nivel de conocimiento de los estudiantes sobre estos temas. 

El grupo de trabajo también realiza visitas domiciliarias para animar a los estudiantes absentistas a que regresen a la escuela.

Los padres también han apoyado a sus hijos y han presionado a los bares locales para que abran más tarde y respeten la edad mínima legal para empezar a beber.

El nuevo programa ha creado también un entorno en el que se anima a los padres, estudiantes y docentes a que conozcan su situación y a que abran canales de comunicación entre sí. Esto ha servido para que la escuela haya podido encontrar la respuesta a cómo crear una atmósfera de aprendizaje más segura y saludable.

Mushoke señala que "hemos sido capaces de unirnos y de formular una política sobre el lugar de trabajo   que es muy inclusiva". 

Contribuciones : Alexandra Waldhorn