“Este crimen atroz no debe permanecer impune”, declaró la Directora General, que agregó: “Condeno esta masacre y pidió al gobierno de Filipinas que actúen rápidamente y hagan todo lo posible para procesar a los culpables”.
“El bárbaro asesinato de los integrantes del convoy –periodistas y simples ciudadanos– es un verdadero ataque contra la democracia y el proceso democrático. Además, al atacar a los periodistas, los autores de este crimen violan también el derecho de los filipinos a estar informados libre y correctamente sobre la vida política”.
Según información publicada en la prensa, los periodistas viajaban con responsables políticos y seguidores que iban a presentar los papeles para un candidato al puesto de gobernador de la provincia de Minguindanao, al sur de Filipinos. Este convoy cayó en una emboscada.
Estas 27 muertes elevan a 34 el número de periodistas asesinados este año en Filipinas.
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La UNESCO es el único organismo de las Naciones Unidas que tiene el mandato de defender la libertad de expresión y la libertad de prensa. El Artículo I de su Constitución declara que la Organización se propone “asegurar el respeto universal a la justicia, a la ley, a los derechos humanos y a las libertades fundamentales que sin distinción de raza, sexo, idioma o religión, la Carta de Naciones Unidas reconoce a todos los pueblos del mundo”. Para lograrlo, la Organización debe fomentar “el conocimiento y la comprensión mutuos de las naciones prestando su concurso a los órganos de información para las masas” y recomendar “los acuerdos internacionales que estime convenientes para facilitar la libre circulación de las ideas por medio de la palabra y de la imagen…”