En este trabajo pionero, primero en su género, se examinan diversos programas que se llevan a cabo en países de ingresos bajos, medios y altos, como Estonia, la India, Indonesia, Kenya, Nigeria y los Países Bajos. Aunque varían considerablemente en cuanto a concepción y escala, es evidente que los programas integrados y obligatorios resultan más eficaces, al igual que los que se adaptan a los modelos ya existentes. El costo por alumno en los programas en gran escala de larga tradición va de 6,90 dólares estadounidenses en Nigeria a 32,80 dólares en los Países Bajos. Los programas piloto más reducidos que se aplicaron en Kenya e Indonesia arrojaron costos mucho más elevados.
El estudio puso de relieve la eficacia y el ahorro potencial que es posible obtener en contextos como el de Estonia, donde el programa nacional de educación relativa a la sexualidad se aplicó conjuntamente con servicios de salud sexual y reproductiva orientados a los jóvenes. Se calcula que de 2001 a 2009 se evitaron 13.490 incidentes sanitarios, entre otros 1.970 infecciones por el VIH, que hubieran representado un gasto de unos 67.825 dólares a lo largo de la vida de cada paciente.
"Ahora disponemos de los datos y análisis necesarios para defender con más fundamento la idea de que es preciso invertir en los programas escolares de educación relativa a la sexualidad, en particular en los países más afectados por la epidemia del SIDA y que reciben atención prioritaria en la nueva estrategia del ONUSIDA para 2011-2015. Este estudio de referencia proporciona una base económica a nuestra convicción de que la educación sexual es un elemento fundamental para prevenir el VIH entre los niños y los jóvenes en los próximos años", declaró Mark Richmond, Coordinador Mundial de la UNESCO para el VIH y el SIDA.
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Si desea información adicional puede ponerse en contacto con: aids(at)unesco.org
Fuente: UNESCO Paris - Fecha de publicación: 08-09-2011