El Comité del Patrimonio Mundial inscribió hoy en la Lista del Patrimonio Mundial el Delta del Salum (Senegal) y sus vestigios, testimonio de dos milenios de presencia humana.

Durante milenios, la pesca y la recolección de moluscos han proporcionado medios de subsistencia al hombre en esta superficie de 5.000 km2. Formado por los brazos de tres ríos, el sitio comprende una red de canales de agua salobre con más de 200 islas e islotes, bosques de manglares, zonas costeras atlánticas y un bosque seco.

Otra característica notable de la zona es la presencia de 218 montículos formados por valvas de moluscos como resultado de la actividad humana. Algunos alcanzan una longitud de varios centenares de metros. En 28 de esos montículos hay sitios funerarios en forma de túmulo, donde se han hallado objetos artesanales de factura notable. Estos objetos son importantes para un mejor conocimiento de las culturas correspondientes a los diferentes periodos de ocupación del delta por el hombre y constituyen un testimonio de la historia de los asentamientos humanos a lo largo de la costa del África Occidental.

El Comité está examinando un total de 35 candidaturas de sitios naturales, culturales y mixtos. El Comité celebra su 35ª reunión en la Sede parisiense de la UNESCO hasta el 29 de junio.