2011 marca el décimo aniversario de la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural, que marcó un cambio de dirección en la manera en que la comunidad internacional trata la cultura, la cooperación y el desarrollo, rechazando la teoría del choque de civilizaciones y proponiendo una visión alternativa que ve la diversidad como una fuerza positiva. La Declaración ha servido de base conceptual para el desarrollo de diversos instrumentos normativos:       

• Recomendación sobre la promoción y el uso del plurilingüismo y el acceso universal al ciberespacio (2003);
• Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial (2003);