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Aprender hoy para un futuro sostenible

23.10.2014

Es mucho lo que está en juego en los programas de desarrollo que se aplicarán después de 2015. Para dar forma al futuro que deseamos, para promover un planeta sostenible, sociedades más justas y ecológicas y economías más dinámicas y respetuosas del medio ambiente, tenemos que construir cimientos sólidos. Esta labor debe abarcar una educación que dote a cada niña, niño, hombre y mujer de los valores, las competencias y los conocimientos necesarios para encontrar soluciones a los problemas de hoy y de mañana. En resumen, la educación que se imparta después de 2015 deberá preparar para el desarrollo sostenible a educadores y alumnos por igual.

© UNESCO/Ministerio de Educación de Colombia

La idea de que la educación es el instrumento idóneo para forjar los valores, las competencias y los conocimientos necesarios para construir sociedades sostenibles ha sido la base del Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible (DESD, 2005-2014), que la UNESCO ha venido coordinando. Para hacer realidad el desarrollo sostenible, no basta con aplicar regulaciones políticas y alicientes económicos. Debemos cambiar también nuestros modos de pensar y actuar. En pocas palabras: este cambio debe comenzar con la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS).   

Si bien el Decenio ha generado progresos considerables en la materia, entre otros la incorporación que numerosos países han hecho de las estrategias, herramientas y metas de la EDS a sus políticas nacionales de desarrollo sostenible y el aumento de las estrategias nacionales de EDS, todavía queda mucho por hacer para integrar la EDS en todos los ámbitos de la enseñanza y el aprendizaje. En un mundo poblado por 7.000 millones de seres humanos y dotado de recursos naturales limitados, resulta cada vez más urgente que las personas y las sociedades aprendan a comportarse de manera más sostenible.   

En la Conferencia Río+20 –la mayor que las Naciones Unidas hayan celebrado en su historia- los países participantes acordaron promover la EDS aun después de que concluyera el Decenio. Además, el Grupo de trabajo de composición abierta sobre los objetivos del desarrollo sostenible propuso que la EDS y la Educación para la ciudadanía mundial formaran parte de las metas que posibilitarían la consecución del objetivo pedagógico de “garantizar una educación de calidad integradora y equitativa y promover las oportunidades de aprendizaje para todos, a lo largo de toda la vida”, propuesto para los programas de desarrollo que se aplicarán después de 2015. Este objetivo es coherente con la meta que figura en el Acuerdo de Mascate, aprobado en la Reunión Mundial de Educación para Todos que la UNESCO celebró en 2014. 

En noviembre del año en curso, en la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Educación para el Desarrollo Sostenible que tendrá lugar en Aichi-Nagoya (Japón), se dará un paso importante en este sentido. En la Conferencia, que congregará a unos 1.000 participantes del mundo entero, se encomiarán los logros alcanzados en diez años de esfuerzos mundiales en pro de la EDS y se hará hincapié en las iniciativas, los principales protagonistas, las redes y las ideas que ha estimulado el Decenio de las Naciones Unidas de la EDS. Bajo el lema “Aprender hoy para un futuro sostenible”, en la Conferencia se definirán las experiencias adquiridas y dará comienzo el futuro de la EDS: el Programa de Acción Mundial (GAP,  en inglés).   

Con este impulso permanente a la EDS, es también mucho lo que está en juego al inaugurarse el GAP. Si el Decenio ha sentado bases sólidas para la tarea, el GAP debe ahora generar y ampliar las actividades durante su primer lustro de funcionamiento. El GAP tendrá por objetivo general hacer que la EDS contribuya de manera decisiva a aumentar la capacidad de resistencia y la sostenibilidad de las sociedades, con lo que se propone realizar una contribución importante a los programas de desarrollo sostenible que se aplicarán después de 2015. 

Con el fin de hacer efectivo todo el potencial de la EDS, el GAP se centrará en cinco ámbitos de acción prioritarios que durante el Decenio han demostrado ser fundamentales para el fomento de la EDS: 

  • Promover políticas;
  • Incorporar las prácticas de la sostenibilidad en los contextos de educación y capacitación (con estrategias que abarquen al conjunto de las instituciones);
  • Aumentar la capacidad de educadores y formadores;
  •  Movilizar a los jóvenes y dotarlos de autonomía; y
  •  Alentar a las comunidades locales y las autoridades municipales a que elaboren programas de EDS de base comunitaria. 

Para que el GAP tenga éxito, será preciso promover y establecer iniciativas conjuntas sólidas en materia de EDS. Por suerte, esta labor no empezará de cero. Los buenos resultados obtenidos por el Decenio han sido consecuencia del trabajo realizado por alianzas de múltiples copartícipes, establecidas por los interesados en la EDS del mundo entero, incluidos los organismos de las Naciones Unidas, los gobiernos, los participantes de la sociedad civil, el sector privado y las universidades. Por consiguiente, la UNESCO invita a todos los interesados a que participen en el GAP desde el principio mismo del programa y a que formulen uncompromiso específico con uno o varios de sus ámbitos de acción prioritarios. La mejor manera de seguir adelante consiste en crear sólidas iniciativas conjuntas que contribuyan a fomentar la educación pertinente después de 2015 y a preparar a educadores y alumnos para el desarrollo sostenible.

Por Qian Tang, Subdirector General de  la Educación de la UNESCO 

 

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