En palabras de la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, “esta situación inaceptable estorba todos los esfuerzos encaminados a reducir la pobreza y fomentar el desarrollo humano sostenible”.

Los Premios Internacionales de Alfabetización de la UNESCO reconocen la labor de programas innovadores que ponen de relieve la función esencial de la alfabetización en la promoción del desarrollo sostenible, mediante el fomento de los derechos humanos, la igualdad de género, la resolución de conflictos y la diversidad cultural. La alfabetización, como base de toda instrucción y del aprendizaje a lo largo de toda la vida, es un derecho fundamental, consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Los ganadores de los Premios UNESCO de 2014 ponen de manifiesto de qué modo la alfabetización acelera el desarrollo y permite que las sociedades crezcan de manera más integradora y sostenible. Sus proyectos creativos, que han tenido repercusiones duraderas en los individuos y las comunidades, incluso en los contextos menos propicios, son una fuente de inspiración para todos nosotros.  Los Premios UNESCO de este año se otorgarán en una ceremonia que tendrá lugar en Dacca (Bangladesh) el 8 de septiembre, Día Internacional de la Alfabetización

Entre los galardonados este año con el Premio de Alfabetización Rey Sejong-UNESCO figuran el Ministerio de Educación de Ecuador y la Asociación para la Promoción de la Educación No Formal de Burkina Faso. En Ecuador, el proyecto “Educación básica para jóvenes y adultos” ha beneficiado a unas 325.000 personas desde su comienzo, en 2011. A los participantes se les enseña a aprovechar los servicios que brinda el gobierno, tales como los de búsqueda de empleo, atención médica y subsidios agrícolas. La instrucción de la población indígena se lleva a cabo en su lengua materna, con enfoques basados en su cosmovisión. En palabras de Ester María Lemus, asesora del ministerio en materia de alfabetización, “44.021 personas de naciones indígenas (quechuas) y de otros grupos étnicos de Ecuador han aprendido a leer y escribir en su lengua materna. Esta labor garantiza la identidad cultural y el fomento de los valores tradicionales de la población, que reside principalmente en zonas rurales”.

La Asociación para la Promoción de la Educación No Formal de Burkina Faso hace hincapié en la alfabetización femenina, ya que las mujeres “representan más del 50% de la población del país y, por desgracia, el 82% de ellas son analfabetas”. Esta intolerable situación refleja una de las injusticias más tenaces de nuestra época: el acceso desigual a la educación. El analfabetismo mantiene a las mujeres en condiciones de marginalidad y constituye un obstáculo fundamental para los esfuerzos encaminados a reducir la pobreza extrema. Cuando las mujeres carecen de los mismos derechos y oportunidades, no puede haber desarrollo sostenible. A fin de dotar de autonomía a las mujeres que sobreviven en condiciones de extrema pobreza, el programa mejora sus vidas mediante la alfabetización, la capacitación en materia de salud y desarrollo económico sostenible y la promoción del microcrédito. Esta iniciativa, que hasta ahora ha beneficiado a 18.000 mujeres en un país plurilingüe y multicultural, ha logrado avances en la lucha contra la pobreza, la deforestación y la contaminación ambiental, mediante actividades desarrolladas en cinco lenguas locales.    

Tres organizaciones compartieron el Premio UNESCO-Confucio de Alfabetización. Una de ellas es la Asociación Argelina de Alfabetización “IQRRA” (que quiere decir “leer” en árabe), por su programa “Alfabetización, formación e integración de las mujeres”, que hasta la fecha ha beneficiado a más de 17.000 personas. Además de impartir nociones de lectura, escritura y aritmética, el programa instruye a sus participantes en materias como la condición cívica, la salud, la protección del medio ambiente y los derechos humanos. El programa también proporciona asistencia letrada a las ex alumnas, para ayudarles a gestionar sus nuevos negocios. “Hace poco tuvimos un trágico accidente”, explica la Presidenta de IQRRA, Aicha Barki. “Una joven madre que no sabía leer le administró a su hijo un medicamento que no le correspondía. La madre sólo sabía que era una medicina y se la dio con la esperanza de que podría sanarlo. En vez de eso, el medicamento equivocado hizo que la salud del niño empeorase y provocó su hospitalización. La alfabetización no es tan solo un instrumento de crecimiento económico, sino que también es fundamental para la supervivencia de las comunidades. La ignorancia es mucho más costosa que el conocimiento. ¡La alfabetización puede salvar vidas!”.

En España, el Centro de Educación Permanente para el Desarrollo Comunitario Polígono Sur fue premiado por el programa “Trabajo en red como proyecto educativo”, que incluye actividades de alfabetización, adiestramiento profesional, formación para el graduado escolar y capacitación para el empleo y la creación de pequeñas empresas. El centro desarrolla su labor en un barrio desfavorecido de Sevilla con población culturalmente heterogénea: española, norteafricana y de etnia gitana. El Centro realiza actividades comunitarias como conciertos y obras de teatro para enseñar cultura y ecología. Este programa, muy innovador, ha conseguido introducir la alfabetización básica en procesos de desarrollo comunitario de más amplio espectro, demostrando así el potencial catalítico y transformador de la alfabetización. Los testimonios de las personas recién alfabetizadas ponen de manifiesto las vastas transformaciones que las nuevas competencias y capacidades han inducido en todos los aspectos de sus vidas. “Tengo 54 años y estoy aprendiendo a leer y escribir. No pude estudiar de joven, porque tenía que cuidar a mis hermanos. Ahora vengo al centro todos los días. Incluso inscribí a mi madre, que asistió durante ocho años y aprendió a leer y escribir”, cuenta Dolores Gallego. 

Los últimos galardonados son el Instituto Molteno de Lenguaje y Alfabetización (Sudáfrica) y el Instituto Internacional de Alfabetización (Estados Unidos de América). Ambos fueron premiados por su programa conjunto “Puentes para iniciativas de futuro” que usa tecnologías de la comunicación y la información (TIC) para capacitar a personas de todas las edades de zonas rurales y urbanas poco desarrolladas. El programa ofrece métodos de alfabetización interactivos y por computadora en inglés y otras tres lenguas sudafricanas a niños, jóvenes y adultos. Iniciado en 2007, este proyecto ha beneficiado a 6.000 adultos y 30.000 niños, que se han formado en sus centros de capacitación y educación básica. Es una iniciativa que fomenta el desarrollo sostenible al facilitar contenidos de aprendizaje que combinan temas de salud, medio ambiente, desarrollo social y formación profesional. Seipati Machoga, docente de Molteno, en Limpopo, subraya con qué alegría sus alumnos aprenden mediante el uso de tabletas informáticas: “Era la primera vez que veían y oían instrumentos tecnológicos que usaban su propio idioma”. Y añade: “En Limpopo necesitamos la tecnología, no sólo para los alumnos de los primeros grados de la instrucción básica, sino también para los de secundaria. Ese día vi a mis pupilos radiantes de júbilo y quisiera hacer algo más por ellos. Los estudiantes deberían disponer de al menos un día al mes para aprender mediante el uso de dispositivos tecnológicos móviles”.   

Gracias a sus proyectos excepcionales, los galardonados con los Premio UNESCO ponen de relieve la capacidad de la alfabetización para ayudar a que las personas desarrollen todo su potencial y contribuyan a forjar sociedades más sostenibles, justas y pacíficas. Esta labor nos da esperanzas de que, entre todos, podremos terminar con el círculo vicioso de marginación que genera el analfabetismo. La UNESCO considera que hoy en día el 84% de la población mundial es capaz de leer y escribir, en comparación el 76% que podía hacerlo en 1990. Aunque se han logrado avances en la consecución de los objetivos internacionales de alfabetización, todavía quedan enormes problemas por resolver, que deben afrontarse con una sólida determinación internacional en los programas de desarrollo que se elaboran para el periodo posterior a 2015.  “La alfabetización es mucho más que una prioridad educativa, es la mejor inversión para lograr un futuro sostenible. Todos tenemos un interés común en velar por que el mundo llegue a ser un contexto alfabetizado”, declaró la Directora General.