Más de 3.000 niños de la calle de Burundi se benefician actualmente de un proyecto educativo que hace hincapié en el apoyo pedagógico a largo plazo y la ayuda a las familias y los centros de acogida.

El proyecto, que comenzó en 2000 con sólo 15 alumnos en Bujumbura, la capital del país, proporciona hoy educación básica a 1.628 niñas y 1.525 niños. Un grupo de 528 niños asiste a la escuela secundaria, lo que constituye un buen augurio para su futuro.  

Uno de los 15 niños de la calle que formaba parte del grupo inicial, Imani, cursa actualmente el segundo año de estudios universitarios y otro, Claude, cursa estudios superiores en el ISCAM, un Instituto de tercer ciclo para altos oficiales del ejército.

En la actualidad, más de 200 familias y tres centros de acogida proporcionan alojamiento y cuidados a los niños sin familia. Este amparo y la posibilidad de estudiar han sido posibles gracias a las contribuciones que han aportado donantes de Mónaco, la Fundación SEB, la Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO Chantal Biya, los Artistas para la Paz de la UNESCO y muchas otras personalidades.

Este Proyecto se completa con el Programa CapEPT de la UNESCO, que presta asistencia al gobierno de Burundi. Esta combinación garantiza el buen resultado de las reformas que se aplican actualmente en el Ministerio de Educación, entre las que figura la introducción de la escolaridad básica de nueve años, en comparación con los seis que se exigían antes. 

En Burundi, el Proyecto CapEPT apoya las actividades encaminadas a preparar módulos de capacitación para docentes y sus formadores, mentores y supervisores, con miras al nuevo ciclo escolar; el perfeccionamiento del acopio de datos, con el fin de lograr una mejor gestión del magisterio; la elaboración de un marco homogéneo de capacitación para docentes de primaria; y la mejora de las condiciones sociales de la profesión docente. Este proyecto cuenta con la financiación de los gobiernos de Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia.