Para hacer frente a esta situación, 120 miembros determinantes de la comunidad del Distrito de Micheweni, en Pemba, Zanzíbar, elaboraron un plan de trabajo integral a fin de eliminar los principales obstáculos que impiden el éxito de las niñas en el ámbito escolar.

La ausencia de una ley que estipule la edad mínima legal del matrimonio, las normas sociales y culturales unido a las prácticas religiosas y a la falta de educación de los padres tienen como consecuencia que una niña puede casarse entre 12 y 14 años de edad.

La UNESCO ha elaborado un enfoque sociocultural con el objetivo de eliminar las normas y las prácticas culturales perjudiciales, así como de promover la igualdad de género. El enfoque consiste en demostrar que las normas y las prácticas culturales evolucionan constantemente y pueden modificarse desde dentro si  las principales líderes religiosos y comunitarios se implican en ello. Son ellos quienes deberán trasmitir, luego, sus conocimientos al conjunto de la comunidad.

En febrero de 2016, la Oficina de la UNESCO en Dar es Salaam organizó dos talleres en el distrito de Micheweni a fin de sensibilizar a las comunidades en lo relativo al papel crucial que están llamadas a desempeñar en la educación de las niñas, al erradicar el matrimonio de niños y el embarazo de las adolescentes menores de edad. Los talleres formaron parte del proyecto “El crowsourcing al servicio de la educación de las niñas”, financiado por la Fundación Packard y la ayuda del Fondo Malala de la UNESCO para el derecho de las niñas a recibir educación.

Los participantes en los talleres se comprometieron activamente a efectuar un análisis crítico de los desafíos del empoderamiento de las niñas y su transformación en catalizadores del cambio. Se informó a los miembros de la comunidad sobre temas relativos a la cultura, la igualdad de género, la educación, la ley y el reglamento, así como del papel que desempeñan los padres y los miembros de la comunidad al brindar su apoyo en la educación de las niñas. En respuesta a las interpretaciones contradictorias de los libros sagrados y las políticas educativas gubernamentales que aplican una educación básica obligatoria, Kalid Abdallah Khami, maestro de una madrasa, declaró que en el Corán, el matrimonio era “sunnah” (o sea, tradicionalmente opcional), mientras que la educación era “fardhi” (o sea, obligatoria). Asimismo, afirmó: “Es necesario razonar con sabiduría para garantizar que protejemos a las niñas y les brindamos una educación formal velando por que se respeten los derechos de nuestras mujeres y de nuestras niñas.”

Los talleres arrojaron como resultado un plan de trabajo integral elaborado por miembros de la comunidad con el objetivo de eliminar los obstáculos en la educación de las niñas. La emisora de radio local de Micheweni estará a cargo de completar la iniciativa, por medio de programas que tienen como meta cambiar la conducta social. Shaban Ali Abeid, presentador de Radio Comunitaria de Micheweni, quien formaba parte de los talleres, afirmó: “La educación comunitaria participativa  ayuda a retrasar la edad de matrimonio de las niñas y a que sigan asistiendo en la escuela hasta que terminen la enseñanza secundaria básica. Los problemas existen, los conocemos bien y podemos solucionarlos porque tenemos los medios para ello”. La UNESCO continuará movilizando a los miembros de la comunidad para que se conviertan en agentes fundamentales en la educación de las niñas en sus comunidades por medio de iniciativas similares.