Bangkok, 8  de agosto de 2014 – Garantizar el aprendizaje integrador para todos a lo largo de toda la vida y mejorar la calidad de la enseñanza son dos de las máximas prioridades definidas por los Ministros de Educación de Asia y el Pacífico con el fin de orientar la labor educativa en la región durante los próximos 15 años.

Unos 20 Ministros de Educación y altos funcionarios de 37 países de la región de Asia y el Pacífico refrendaron el anteproyecto de Declaración sobre la Educación después de 2015 en Asia y el Pacífico, suscrito el 8 de agosto de 2014, al término de la Conferencia Regional de Educación (APREC) que la UNESCO auspició en Bangkok (Tailandia).

Este documento es uno de los principales aportes regionales al Foro Mundial de Educación que tendrá lugar el año entrante y que a su vez trasladará sus conclusiones a la Cumbre de las Naciones Unidas, que se celebrará en septiembre de 2015, donde se aprobarán definitivamente los programas internacionales para los próximos 15 años. La Declaración de Bangkok representa la culminación del Foro Ministerial con que concluyó la APREC y resume las extensas consultas con las partes interesadas que la UNESCO ha venido realizando desde 2012.

El Subdirector General de Educación de la UNESCO, el Sr. Qian Tang, hizo hincapié en la importancia de este aspecto, al señalar que la APREC y otras conferencias regionales posteriores son esenciales para velar por que la educación ocupe un lugar prominente en los programas internacionales de desarrollo y responda a las necesidades de los países.

“Los programas internacionales de educación tienen por objeto impulsar el desarrollo, tanto a escala nacional como mundial, e inducir a la acción en ámbitos que se consideran esenciales para la educación. Por consiguiente, es fundamental que todos los países participen en la elaboración de los programas mundiales, con el fin de garantizar que estos contribuyen a hacer realidad sus perspectivas y ambiciones en materia de enseñanza”, declaró el Sr. Tang. “Son los Estados Miembros quienes orientan la preparación de los programas educativos para después de 2015”.  

El Director de la Oficina de la UNESCO en Bangkok, el Sr. Gwang-Jo Kim, dijo que la APREC proporcionó a la región una postura sólida y unitaria en lo tocante al futuro de los programas educativos internacionales.

“La región de Asia y el Pacífico cuenta con abundante experiencia y debemos aprovecharla, en la medida en que, como miembros de la comunidad internacional, procedemos a completar los programas de desarrollo para después de 2015”, afirmó el Sr. Kim. “La elaboración de los objetivos de desarrollo sostenible para el periodo posterior a 2015 todavía no ha concluido y debemos mancomunar nuestros esfuerzos para garantizar que nuestras opiniones se tienen en cuenta en los más altos niveles de decisión. Nuestro cometido de influir en los nuevos programas educativos es fundamental. Y deberíamos estar seguros de que nuestro esfuerzo colectivo se reflejará en los programas educativos del futuro”.

En el preámbulo de la Declaración de Bangkok se afirma que el objetivo general de la región es “velar por una educación de calidad, equitativa e integradora, para todos, a lo largo de toda la vida, de aquí a 2030”.

“Desde la creación del movimiento de Educación para Todos (EPT) en Jomtien (Tailandia) hace 25 años, la región de Asia y el Pacífico ha realizado progresos considerables en la consecución de los objetivos de la EPT”, prosigue el documento. “Al mismo tiempo, constatamos que este programa aún está inconcluso. Esta constatación nos impulsa a adoptar una perspectiva más amplia de la EPT y hacer frente tanto a los problemas que persisten como a los nuevos, entre los que figuran los cambios demográficos, las migraciones, el cambio climático, el deterioro del medio ambiente y la brecha tecnológica”.   

En la Declaración de Bangkok se definen seis ámbitos prioritarios de acción regional para Asia y el Pacífico:

• 1.   Aprendizaje para todos a lo largo de toda la vida: Acceso equitativo e integrador al aprendizaje de calidad para personas de cualquier edad y en todos los niveles de la enseñanza, desde la atención y educación de la primera infancia hasta la enseñanza de tercer ciclo, tanto en contextos formales como no formales. En el documento se recomienda encarecidamente que se establezca el objetivo de 12 años de instrucción gratuita y obligatoria para todos, de aquí a 2030.
  
  
• 2.  Equidad e igualdad: El compromiso de hacer frente a todas las modalidades de marginación en lo tocante al acceso a la enseñanza, así como a las desigualdades, incluida la desigualdad por motivo de género.
  
  
• 3.  Adquisición de destrezas y competencias para la vida y el trabajo: La educación debería dotar a los jóvenes de las competencias que necesitan para obtener un empleo decoroso y acceder a nuevas oportunidades, en medio de la difícil situación generada por las transformaciones demográficas y socioeconómicas. También debería hacer hincapié en el uso de métodos pedagógicos que alienten a los jóvenes a ser más creativos e innovadores, y a ejercer el pensamiento crítico.
  
  
• 4.    Los docentes y la calidad: Deben realizarse esfuerzos en todos los niveles y contextos de la enseñanza para velar por que todos los alumnos reciban instrucción de parte de docentes capacitados, motivados y que cuenten con el apoyo adecuado. Un elemento fundamental en este sentido es reconocer la importancia de la enseñanza plurilingüe basada en el uso del idioma materno, cuyo éxito ya se ha constatado.
  
  
• 5.    Uso de las TIC en la enseñanza: Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) deben aprovecharse cabalmente con miras a alcanzar los objetivos de los programas educativos para el periodo posterior a 2015, con el fin de mejorar el acceso a la educación, especialmente en las zonas remotas, para apoyar el aprendizaje y la enseñanza, y para fortalecer la gestión educativa.
  
  
• 6.    Dirección y financiación: Establecer un compromiso para crear marcos jurídicos y políticos que promuevan la transparencia y la rendición de cuentas en la educación y que susciten la participación de todos los interesados. La inversión pública en el sector de la educación debería alcanzar los baremos internacionalmente reconocidos del 6% del PIB o el 20% del total del gasto público. Los recursos deberían repartirse equitativamente entre los subsectores y las regiones geográficas, con especial atención a los grupos marginados. 

La Declaración de Bangkok termina pidiendo que la UNESCO, en colaboración con el UNICEF y con el apoyo de otros asociados internacionales, siga coordinando la elaboración de un programa mundial de educación con miras a la Cumbre de las Naciones Unidas de septiembre de 2015 y al periodo posterior.

La Oficina de la UNESCO en Bangkok celebró la APREC con la colaboración del Ministerio de Educación de Tailandia y el apoyo del Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología del Japón, el Ministerio de Educación de la República de Corea y el UNICEF.

• Las ponencias presentadas en la APREC se pueden consultar
  
  
• Si desea información adicional sobre la APREC y la Declaración de Bangkok