Guillermo Cano Isaza
Nacido en Bogotá, Colombia, el 12 de agosto de 1925, Guillermo Cano Isaza fue asesinado el 17 de diciembre de 1986, delante de las oficinas de El Espectador, diario que dirigió desde los 27 años. El edificio del periódico quedó destruido a raíz de un ataque con bomba acaecido tres años más tarde.
El asesinato de Guillermo Cano es representativo en tanto que señala la impunidad de los crímenes hacia los periodistas. Cano fue víctima de las mafias narcotraficantes, que denunció sin temor al igual que sus nefastas consecuencias para la sociedad colombiana. El 17 de diciembre de 1986, dos sicarios lo esperaban a la salida del edificio del periódico y le dispararon las ocho balas que lo mataron.
Los fiscales a cargo de la investigación recibieron amenazas y sobornos, e incluso algunos de ellos fueron asesinados por haber rechazado dichos sobornos. La vida de Guillermo Cano, su valentía, su compromiso con el periodismo independiente y la tenacidad con la que lucho por su país son un ejemplo a seguir para el resto del mundo.
A lo largo de su carrera, Guillermo Cano mantuvo un compromiso con la diversidad de opinión y las circunstancias de su muerte representan el precio a pagar de los periodistas en todo el mundo para ejercer su profesión. Cada día los periodistas son encarcelados y reciben malos tratos, y el hecho de que estos crímenes permanezcan en su mayoría impunes es aún más preocupante.
En 1997, por iniciativa del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, se creó el Premio Mundial de Libertad de Prensa UNESCO/Guillermo Cano, que la Directora General de la organización otorga el 3 de mayo con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa.