Par Kai Heidemann, PhD, es profesor asistente en la Universidad de Maastricht en los Países Bajos.
La participación comunitaria en las escuelas ha sido un tema importante de discusión en los ámbitos académicos, de formulación de políticas y en entornos educativos. Si bien no hay consenso acerca de cuál es la mejor manera de fomentar dicha participación, todos reconocen ventajas en brindar espacios para la participación política, y la expresión de la ciudadanía en materia educativa. Fortalecer la participación comunitaria es considerado un requisito para la construcción de escuelas más democráticas e inclusivas, las cuales sean capaces de combatir problemas sociales acuciantes. Las escuelas comunitarias a menudo surgen como consecuencia de la desilusión de los ciudadanos ante las escuelas ‘tradicionales’ y pueden estar fuertemente ligadas a movimientos sociales que abogan por cuestiones vinculadas a la democratización y la justicia social.
Si bien existen muchas formas de fomentar la participación comunitaria en la educación, un método consiste en el desarrollo de ‘escuelas comunitarias’. Estos establecimientos de educación formal se relacionan profundamente con el contexto socio-cultural en el que se ubican. En las escuelas comunitarias los ciudadanos locales son los principales arquitectos y benefactores de los programas educativos. Seguir leyendo