<
 
 
 
 
×
>
You are viewing an archived web page, collected at the request of United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO) using Archive-It. This page was captured on 18:33:53 Jun 10, 2019, and is part of the UNESCO collection. The information on this web page may be out of date. See All versions of this archived page.
Loading media information hide

Cae la ayuda internacional a la educación, sobre todo para la enseñanza primaria

14 mayo 2019

La ayuda internacional a la educación totalizó 13.200 millones de dólares en 2017, un 2% menos que en 2016, es decir, 288 millones de dólares menos. Estas cifras, recién publicadas por el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo de la UNESCO, muestran que los niveles de ayuda a la educación se siguen estancando, al haber aumentado solo un 1% anualmente en promedio desde 2009.

Estos datos plantean preguntas sobre el compromiso mundial para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas número 4, relativo a la educación. Además, la fragmentación de los sistemas de financiación de la educación también constituye un obstáculo. Se espera que este mes se anuncie un nuevo mecanismo multilateral, el Fondo Internacional de Financiamiento para la Educación, cuyo objetivo es reducir el costo de los préstamos para la educación en los países de ingresos medios. Será un complemento a la Alianza Global para la Educación, que otorga subvenciones a países de bajos ingresos, y al fondo La educación no puede esperar, que se centra en contextos de emergencia.

Manos Antoninis, director del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo, lamenta la falta de compromiso. “Se ha hablado mucho de grandes ambiciones desde 2015, cuando se estableció el nuevo programa de educación, pero sin embargo los donantes están moviendo el dinero de un lugar a otro, experimentando con diferentes formas de gastar una misma cantidad, pero sin dar más”.

Los donantes no han cumplido la promesa de respetar la meta de la ONU de dedicar un 0,7% del ingreso nacional bruto a la ayuda exterior. Si lo hicieran y asignaran el 10% de dicha ayuda a la educación primaria y secundaria, habría lo necesario para colmar el déficit de financiamiento anual, que alcanza 39.000 millones de dólares. Sin embargo, de los diez principales donantes a la educación de la OCDE, el Reino Unido es el único país del G7 que dedica, como indica la ONU, el 0,7% de su ingreso nacional bruto a la ayuda exterior. Y la educación ha perdido prioridad entre los socios para el desarrollo, ya que la proporción dedicada a la educación cayó de un máximo del 10,7% de la ayuda total en 2007 a solo el 7,1% en 2017.

Gran parte del recorte a la ayuda total a la educación puede explicarse porque el Reino Unido redujo su ayuda a la educación en un 29%, y de esta reducción el 60% fue una disminución en su asignación a la educación básica. De ser el segundo mayor donante al financiamiento total de la educación básica en 2016, en 2017 cayó al cuarto lugar, con 517 millones de dólares.

A nivel mundial, Alemania encabeza la ayuda a la educación, a la que asignó 2.000 millones de dólares en 2017, seguida de los Estados Unidos, con 1.500 millones, y Francia, con 1.300 millones. Francia fue el donante que más incrementó su financiamiento de 2016 a 2017, hasta alcanzar un total de 207 millones de dólares. Este incremento concuerda con el compromiso francés de aumentar su ayuda oficial para el desarrollo hasta un 0,55% del ingreso nacional bruto antes de 2022.

Sin embargo, el 58% de la ayuda de Alemania y el 69% de la ayuda de Francia se destinan a becas y costos imputados para que estudiantes de países en desarrollo estudien en sus universidades y centros de educación terciaria. Si se excluyeran estos rubros específicos, la ayuda a la educación restante se habría reducido aún más en el último año, en un 5% o 534 millones de dólares. Así, a medida que la ayuda para la educación superior aumentaba, la ayuda a la educación secundaria se redujo en un 2% y la ayuda a la educación básica en un 8% entre 2016 y 2017.

“Una reducción de la ayuda a la educación podría ser algo positivo si fuera porque los gobiernos necesitan menos fondos, pero este no parece ser el caso. Los gobiernos de los países de bajos ingresos gastan, en promedio, el 16% de sus presupuestos en la educación, mucho más que en los países más ricos, y, a pesar de eso, de seguir las tendencias actuales, no alcanzarán la meta de alcanzar la educación primaria universal. Si los donantes no actúan para apoyarlos, es aún menos probable que se alcance nuestra ambiciosa meta de educación”.

 

****

 

Contacto: Kate Redman k.redman@unesco.org Tel: +33 6 71 78 62 34