“Hombre de temperamento, responsable político de primer plano, gran servidor del Estado, Philippe Seguin marcó la escena política francesa, pero desempeñó también un papel muy activo en el plano internacional. No cabe duda de que su muerte dejará un gran vacío”, declaró Irina Bokova. “En el transcurso de mi carrera tuve la suerte de coincidir en varias ocasiones con esta gran figura política. Y siempre fue una experiencia enriquecedora. Ante un hombre con sus convicciones, que era también un gran trabajador de personalidad apasionante, sólo cabía sentir un profundo respeto”, agregó Bokova. “El escrupuloso trabajo que hizo como comisario de cuentas de la UNESCO en los últimos años fue objeto de alabanzas unánimes. Su fallecimiento me duele profundamente”.
Nacido el 21 de abril de 1943 en Túnez (Túnez), Philippe Séguin fue ministro de Asuntos Sociales y de Empleo en el gobierno de Jacques Chirac entre 1986 y 1988, y a continuación presidente de la Asamble Nacional francesa de 1993 a 1997. Desde julio de 2004, era primer presidente del Tribunal de Cuentas de Francia. Desde este cargo, examinó las cuentas de varios organismos del sistema de Naciones Unidas, en particular las de la UNESCO.