Ciudad episcopal de Albi

Situada en el sudoeste de Francia, a orillas del río Tarn, la antigua ciudad de Albi es una muestra del desarrollo floreciente de un conjunto arquitectónico y urbano medieval del que son testigos, todavía hoy, el Puente Viejo y el arrabal de Saint-Salvi con su colegiata (siglos X y XI). En el siglo XIII, después de la cruzada albigense contra los cátaros, Albi llegó a ser una poderosa ciudad episcopal. Construida durante ese mismo siglo en estilo gótico meridional, sumamente original, con ladrillos de tonos rojos y anaranjados fabricados in situ, su catedral fortificada domina el conjunto de la ciudad e ilustra el poderío recobrado por el clero católico romano al término de la cruzada. En las proximidades del edificio catedralicio, rodeado por barrios de viviendas que datan de la Edad Media, se yergue, dominando el río, el vasto palacio episcopal de La Berbie. La ciudad episcopal de Albi está constituida por un conjunto coherente y homogéneo de monumentos y barrios que apenas ha experimentado cambios importantes con el correr de los siglos.