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Construir la paz en la mente de los hombres y de las mujeres

“Muchos alumnos se asombraron al descubrir que el racismo no surgió ni desapareció en Sudáfrica, sino que existe en otras partes del mundo.”

12 julio 2018

Entrevista a Linda Hackner acerca de la enseñanza del Holocausto en Sudáfrica

Linda Hackner es docente principal del Centro sobre el Holocausto y el genocidio en la Ciudad del Cabo, uno de los tres centros de información que funcionan bajo la dirección de la Fundación del Holocausto y el genocidio de Sudáfrica (SAHGF). En diciembre de 2017, Linda participó, conjuntamente con su compañera Arlene Sher, del Centro de Johannesburgo, en la segunda Conferencia Internacional de Educación sobre el Holocausto (ICEH), organizada por la UNESCO y el Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos (USHMM). Como resultado de su participación en esta conferencia, elaboraron un programa pedagógico titulado “La medicina mortal. Crear una raza superior”. La exposición se presentará en cinco ciudades de Sudáfrica, en paralelo a visitas guiadas y talleres. Fue inaugurada el 19 de febrero de 2018 en el Centro sobre el Holocausto y el genocidio de Ciudad del Cabo.

¿Por qué resulta importante enseñar el Holocausto en Sudáfrica?

Nuestra Constitución sudafricana se basa en parte en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. No obstante, cuando se aprobó esta Declaración en 1948 en respuesta directa a los crímenes atroces perpetrados por el régimen nazi, Sudáfrica se abstuvo. De hecho, el gobierno de Sudáfrica ya tenía previsto legalizar oficialmente el Apartheid. En Sudáfrica, se habían puesto en práctica muchas leyes raciales antes de 1948. No obstante, el pilar fundamental del Apartheid, la Ley N° 30 sobre el registro de la población, fue aprobada en julio de 1950. Al aplicarse esta ley, las personas quedaban registrados desde su nacimiento como miembros de uno de los cuatro “grupos raciales”.

El Apartheid se encuentra aún muy arraigado en nuestro país. Creemos que el hecho de estudiar la historia de la Alemania Nazi y las violaciones de los derechos humanos que ocurrieron hará que los educandos conozcan las páginas oscuras de nuestra propia historia mediante el prisma del Holocausto. También esperamos que al descubrir este periodo de la historia adquieran mayor conciencia de los peligros que acarrean los prejuicios, los estereotipos, el antisemitismo y todas las formas de racismo que siguen atormentando actualmente a nuestro país.

¿Qué lugar ocupa el Holocausto en los planes de estudio nacionales sudafricanos?

En nuestro programa tenemos dos secciones que tratan en específico sobre la historia de la Alemania Nazi, aunque sean abordadas de manera muy diferentes. En noveno grado, cuando los educandos rondan los 14 años, se estudia la caída de la República de Weimar, la ascención de la Alemania Nazi y el principio de la Segunda Guerra Mundial, en el marco de los cursos de ciencias sociales. En total, el programa de estudios dedica unas quince horas de clases a esta parte de la historia.

En onceno grado, los educandos sudafricanos pueden escoger la asignatura de Historia como opción. Estos cursos abordan los conceptos pseudocientíficos sobre la raza y la eugenesia, y se basan en los ejemplos históricos de la Alemania Nazi y las poblaciones autóctonas de Australia. Es por ello que la exposición “La medicina mortal” que presentamos actualmente en cinco ciudades sudafricanas resulta tan pertinente para nuestros alumnos. ¡Es exactamente lo que están aprendiendo!

¿Cómo integran la exposición en su trabajo con los alumnos y los grupos de adultos?

El Sr. Richard Freeman, director del Centro sobre el Holocausto de Ciudad del Cabo, quien también es director de la Fundación del Holocausto y el genocidio, trabajó mucho para presentar esta estupenda exposición en Sudáfrica. Cuando la idea se concretizó, mi compañera Arlene Sher y yo misma, fuimos a Washington D. C. para asistir a la Conferencia Internacional de Educación sobre el Holocausto (ICEH), en diciembre de 2017. El USHMM nos ayudó mucho para que pudiéramos adaptar esta exposición. El Dr. William Meineke, historiador del Museo, asistió a la inauguración de la exposición, algo que resultó de mucha utilidad para nuestros docentes. Gracias al respaldo del USHMM y de la UNESCO pudimos presentar la exposición itinerante en cinco ciudades sudafricanas: Ciudad del Cabo, Stellenbosch, Johannesburgo, Pretoria y Durban. Asimismo, colaboramos también con los participantes namibios en la ICEH 2017 para presentar la exposición en Namibia, en febrero de 2019.

En cada sitio las clases y los docentes visitan la exposición. Durante la inauguración de ésta, en febrero, en la Ciudad del Cabo, los educandos se orientaban solos a lo largo de la visita mediante fichas de trabajo. Enseguida nos dimos cuenta de que la densidad de la información los abrumaba. Es por ello que comenzamos a organizar visitas escolares con una sesión introductoria sobre la “teoría de la raza” y la eugenesia, seguidas de una visita guiada de la exposición. Compartimos inmediatamente nuestras experiencias con los compañeros de los centros del Holocausto de Johannesburgo y Durban, para que puedan prepararse con miras a animar sus propios talleres y visitas guiadas en cuanto la exposición llegue a donde se encuentran. Esperamos hacer lo mismo con los compañeros namibios.

Además de las visitas de los grupos escolares, organizamos diversos talleres con diferentes grupos de adultos, fundamentalmente educadores, docentes en formación, estudiantes de derecho, estudiantes de medicina y enfermeras en psiquiatría experimentadas. Con cada grupo nos centramos en un aspecto específico de la exposición. Estudiamos, por ejemplo, cómo las leyes se utilizaban para institucionalizar la ideología racial del régimen nazi o cómo las enfermeras tomaban parte en el tratamiento inadecuado de pacientes discapacitados. También hacemos que los participantes en el taller se impliquen, mediante los estudios de casos y los debates, en las cuestiones éticas generales – no sólo desde el punto de vista histórico, sino también sobre cuestiones éticas ante las que se hayan visto confrontados, tanto en sus trabajos como en la vida de hoy.

¿Pudiera darnos un ejemplo de la manera en que vinculan la “ciencia de la raza” del régimen nazi con la historia del Apartheid en Sudáfrica?

Existen, en efecto, vínculos históricos muy estrechos. Hace unos años, una empresa descubrió en un armario en la Universidad de Stellenbosch en el que habían determinados objetos: un cuadro con los colores de los ojos que perteneció al Dr. Rudoplh Martin, y que la universidad había adquirido en 1924, así como otro cuadro de colores y texturas de cabellos que perteneció al Dr. Eugen Fischer, antropólogo y médico que puso sus trabajos investigativos al servicio de la ideología racial nazi. Se trataba de objetos originales que se utilizaban en Sudáfrica para medir y establecer categorías de individuos en diferentes “grupos raciales”. Podemos entonces afirmar que la eugenesia y la ideología nazi constituían la base del sistema racial aquí en Sudáfrica.

Estos objetos se añadieron a la exposición itinerante “La medicina mortal”, junto con fragmentos de una tesis de medicina que revelan cómo, por qué y dónde estos instrumentos se utilizaban – entre otros en la ciudad de Stellenbosch. Con la autorización del USHMM, la SAHGF creó, en colaboración con la Universidad de Stellenbosch, un panel suplementario con miras a demostrar la repercusión de la pseudociencia de la raza en el contexto sudafricano.

¿Qué impacto tiene la exposición en quienes la visitan y participan en sus talleres?

La mayoría de los niños que visitan la exposición se asombran al descubrir que el racismo existe en otras partes del mundo. Para ellos, el tema del “racismo” sólo se vincula con Sudáfrica y las horribles injusticias raciales que se cometieron durante el Apartheid. Gracias a la exposición, entienden que el racismo no comenzó ni terminó en Sudáfrica. Esto les permite sentir que “no están solos”.

Constatamos un impacto similar mediante nuestros talleres. Para muchos participantes las experiencias son muy reveladoras. “Yo creía que las guerras eran sinónimo de armas, de máquinas y de soldados. No tenía conciencia que personas profesionales y educadas podían ser utilizadas en el marco de un gobierno político para poner en marcha la propaganda y eliminar a personas inocentes y vulnerables”, afirmó una de las enfermeras en psiquiatría.

Impresiona constatar cómo nuestros visitantes se dan cuenta hasta qué punto el aprendizaje del pasado va más allá del estudio de la historia. Comprueban que hay un vínculo entre la historia de la Alemania Nazi y el pasado de Sudáfrica, e incluso un vínculo con el presente. Los comentarios que nos envían demuestran claramente que es muy importante establecer estos vínculos.

¿Qué impacto ha tenido su proyecto de seguimiento de la ICEH en su trabajo?

La colaboración con la exposición “La medicina mortal” ha creado nuevas oportunidades en cuanto a nuestra manera de enseñar esta parte de la historia. Nos ha ofrecido más conocimientos e informaciones, y nos ha hecho descubrir un enfoque mucho más amplio de la enseñanza del Holocausto. Seguiremos nuestra labor, tratando siempre de dar lo mejor, lo más adecuado y, en particular, lo más accesible al mayor número posible de personas.

La exposición nos permitió ampliar considerablemente el alcance de nuestro trabajo. Cuando estuvimos en Stellenbosch pudimos invitar a determinadas escuelas que de otra manera no hubieran podido visitar nuestros centros o nuestras exposiciones permanentes. Muchos alumnos descubrieron por primera vez la historia de la Alemania Nazi. Algunos de ellos nunca habían puesto los pies en un museo. En Stellenbosh, entramos en contacto con numerosos docentes en las escuelas situadas en regiones aisladas. Organizamos un taller pedagógico en el Centro de Ciudad del Cabo en julio, en el que esperamos que participe la mayoría de estos docentes. ¡Todo esto ha sido posible porque pudimos llevar la exposición gracias al apoyo de la UNESCO y del USHMM!

El apoyo que hemos recibido nos ha ayudado también para continuar nuestros proyectos en el Centro de Ciudad del Cabo, y llevar la exposición itinerante al mismo tiempo. No hubiéramos tenido la capacidad necesaria para hacerlo de otro modo. Estamos muy agradecidos por todo esto.