Hacer de la cultura un motor para la reconstrucción

La cultura como vía de desarrollo, cohesión social y fuente de renacimiento.

Cada vez más frecuentemente, la cultura surge como una fuerza positiva en situaciones posteriores a los desastres y conflictos. Al mismo tiempo que contribuye al desarrollo económico, la cultura da sentido y valor a la identidad y a la continuidad de las sociedades humanas. Su impacto es esencial en situaciones como la que afronta Haití desde enero de 2010.

Por esta razón, la UNESCO abogó inmediatamente por la integración de la cultura en las estrategias de reconstrucción, como una fuente fundamental de renovación y de cohesión social y está movilizando sus energías junto al pueblo de Haití y su Gobierno. Las autoridades haitianas han adoptado el "Plan de Acción para la Recuperación y el Desarrollo de Haití ", que otorga una alta prioridad a la cultura. Se trata tanto de una estrategia nacional impulsada por la voluntad política como de un llamamiento a mecanismos de cooperación internacional.

La UNESCO invita a: Estados Miembros, instituciones, organizaciones multilaterales, bancos de desarrollo, actores del sector privado y organizaciones de la sociedad civil a un evento destinado a señalar la importancia de la cultura como motor para la refundación de Haití. En la conferencia serán presentados los proyectos para los que se solicita financiación. Las acciones propuestas se centrarán en quince proyectos que abarcan cinco sectores principales:

Patrimonio de la Humanidad (cultural y natural), patrimonio cultural inmaterial, patrimonio inmueble (museos, archivos, bibliotecas), industrias culturales y políticas culturales.
Los proyectos abarcan la rehabilitación del patrimonio arquitectónico (la Ciudadela y cité Jacmel), la asistencia técnica (plan de desarrollo para los museos e instituciones culturales), un inventario con el fin de salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial (inventarios en Leogane), actividades para revitalizar las industrias culturales para los jóvenes y las poblaciones desfavorecidas y la creación de un marco legal para apoyar las políticas culturales.

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