El objetivo de desarrollo sostenible 4 (ODS 4) está relacionado con la educación en la agenda para el desarrollo después de 2015. Su objetivo consiste en “garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”.
Habida cuenta del papel esencial del currículo para propiciar el aprendizaje de calidad y articular y apoyar la educación que es pertinente para el desarrollo holístico, el propósito del presente documento es determinar en qué consiste un currículo de calidad, a fin de apoyar la innovación curricular en los Estados miembros de la UNESCO para hacer efectivo el ODS 4.
En este sentido, suponemos que el currículo es fundamental para hacer efectivo el ODS 4, dado su papel esencial en la prestación de un aprendizaje de calidad para todos los niños y jóvenes y en la materialización y apoyo de una educación pertinente para el desarrollo integral. El currículo determina en gran medida si la educación es inclusiva, con lo cual desempeña un papel importante a la hora de garantizar que se imparta equitativamente. También proporciona la estructura para impartir un aprendizaje de calidad, especialmente en los casos en que los docentes estén poco calificados o tengan poca experiencia, que las aulas no cuenten con suficientes recursos y los alumnos carezcan de marcos previos en los que situar su aprendizaje. Asimismo, el currículo articula tanto las competencias necesarias para el aprendizaje a lo largo de toda la vida como las competencias necesarias para el desarrollo holístico. Por lo tanto, sostenemos que el currículo es la encrucijada de estos cuatro aspectos clave del ODS 4, por lo que la educación debería ser: 1) inclusiva y equitativa, 2) caracterizada por un aprendizaje de calidad, 3) promotora del aprendizaje a lo largo de toda la vida, y 4) pertinente para el desarrollo holístico. En otras palabras, el currículo establece el vínculo entre la educación y el desarrollo, y lo que abarca dicho vínculo son las competencias relacionadas con el aprendizaje a lo largo de toda la vida y acordes con las necesidades en materia de desarrollo en el sentido más amplio y holístico del término. Dada la naturaleza del público para el que estamos escribiendo, es necesario considerar este documento desde un punto de vista general.
El desafío en la redacción de un documento de este tipo consiste en conseguir de la mejor manera que sea pertinente para todos los países, dado que los sistemas educativos, y en particular las competencias y calificación de los docentes, varían mucho de un lugar a otro del mundo. Después de todo, el desarrollo curricular ha de tener en cuenta la situación de los países en lo que se refiere a la amplitud y la profundidad actuales del currículo; los niveles de logro; la calidad del personal docente; el alcance y la eficacia de las prácticas de enseñanza, aprendizaje y evaluación; la calidad de la infraestructura a nivel educativo local y nacional; etc.
Nuestros destinatarios se encuentran en todo el mundo, y hay agentes en diversos niveles del sistema educativo y en contextos nacionales, económicos, políticos, históricos, sociales y culturales muy diferentes. No obstante, nuestro principal grupo de lectores incluiría a los encargados de formular políticas curriculares en diversos niveles y los encargados de elaborar currículos. Invitamos a los colegas de los Estados Miembros a contextualizar las generalidades del presente documento. La Oficina Internacional de Educación y sus asociados están dispuestos a trabajar con los Estados Miembros para responder de manera innovadora a los desafíos relacionados con la realización efectiva del ODS 4.