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Entrevista a Mauricio Delfín - Ingresando en un nuevo paradigma de desarrollo cultural

Mauricio Delfín es director de la Asociación Civil Solar, una organización cultural que fortalece los vínculos entre la sociedad civil peruana y los decisores y gestores de políticas. Solar ha fomentado la creación de plataformas digitales y sociales destinadas a promover la democratización de los sectores culturales y creativos. Asistirá a la 7.ª Conferencia de las Partes para reforzar los lazos entre Perú y el mundo.

 

¿Por qué decidiste seguir una carrera en el sector creativo?

Comencé a trabajar en la promoción del arte multimedia y presencié en directo el impacto de la falta de políticas culturales. Esto también me llevó a reconocer el valor y el poder de la sociedad civil para sortear los obstáculos y las carencias del sistema, lo que me hizo interesarme en cómo transformar la gobernanza cultural de abajo hacia arriba.

¿Puedes darnos un ejemplo de movilización de la sociedad civil que genera un resultado positivo?

En Solar, hemos identificado cientos de iniciativas en Perú y muchas otras en América Latina. Los resultados muestran que, históricamente, los ciudadanos se han movilizado y organizado para crear redes dirigidas por la ciudadanía para promover iniciativas artísticas, involucrarse en el diseño de políticas públicas y abogar por el uso de los espacios públicos como un recurso cívico.

Uno de los mayores problemas que tenemos como investigadores y formuladores de políticas es que todavía no logramos aprender de estas iniciativas para aprovecharlas plenamente. Esto significa que también estamos mal preparados para fortalecerlas, lo cual nos impide proporcionar los recursos adecuados a través de alianzas público-privadas específicas que podrían conducir a transformaciones mayores.

 

¿Cuál es una tendencia positiva reciente que ha observado en las Industrias Culturales y Creativas (ICC) peruanas?

Recientemente, el Gobierno desarrolló un programa de fondos concursables, que requirió el establecimiento de nuevos sistemas de rendición de cuentas y procesos de selección. Esto llevó a que las industrias culturales y creativas peruanas iniciaran diálogos, intercambios y contactos de mayor alcance con el Estado, marcando una evolución importante respecto a la década anterior. Con una ley cinematográfica y audiovisual en camino de ser aprobada por el Congreso, estamos ingresando en una nueva etapa en la relación entre la sociedad civil y el Estado, un contexto en el cual los fondos públicos están realmente disponibles para la producción cultural.

Estamos ingresando en una nueva etapa en la relación entre la sociedad civil y el Estado.

 

¿Cuáles son los principales desafíos para los actores de la sociedad civil que trabajan para promover las ICC en Perú?

Uno de los mayores desafíos proviene de cómo funciona el Estado y cómo se relaciona con la sociedad civil. Históricamente, el Estado ha prestado poca atención a los aportes y a la colaboración de los ciudadanos; podemos describir a las instituciones públicas del sector como centralizadas, verticales y poco transparentes. Los Estados deben diseñar mecanismos específicos para gestionar una participación ciudadana descentralizada. El contexto actual reduce considerablemente el potencial de innovación en nuestro sector.

 

¿En qué temas en particular se concentran actualmente las OSC peruanas?

La Alianza Peruana de Organizaciones Culturales (APOC) identificó cientos de iniciativas cívicas orientadas a transformar los sectores culturales. El primer problema general que debe solucionarse es la burocracia altamente centralizada y la ausencia de políticas culturales a nivel subnacional. Muchas OSC abordan este problema creando redes locales que abogan por un cambio en la política cultural. El otro desafío clave es avanzar hacia un paradigma de desarrollo cultural más actual. Hoy en día, la cultura todavía se considera como algo que debe "aportarse" a las personas, o que se relaciona con las bellas artes tradicionales. Muchas OSC están desarrollando la relación entre cultura y memoria, cultura y libertad artística, y cultura y conciencia ambiental, entre otras iniciativas.

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¿Cuál es el impacto de la Convención de 2005 para las ICC en el Perú? ¿Y en qué influye el hecho de que Perú sea un país signatario?

Si bien fuimos uno de los primeros países en firmarla y ratificarla, la influencia de la Convención es bastante limitada. Existe una gran necesidad de reconectar a la sociedad civil con el espíritu de la Convención y de empoderar a cientos de organizaciones. En mi opinión, esto significa ir más allá de un enfoque exclusivo de las ICC y centrarse en el concepto de “Diversidad de expresiones”, y en particular en los otros objetivos de la Convención que tienen un gran impacto transversal, como la creación de sistemas sostenibles para la gobernanza cultural y el fortalecimiento de capacidades para la movilidad, por ejemplo.

Existe una gran necesidad de reconectar a la sociedad civil con el espíritu de la Convención y de empoderar a cientos de organizaciones.

 

¿Qué espera lograr en la 7.ª Conferencia de las Partes?

Creo que la Conferencia de las Partes es una gran plataforma para la creación de redes, que brinda la oportunidad de establecer debates sobre temas globales, lo cual es muy difícil de hacer mientras se trabaja desde nuestros países de origen.

Me gustaría saber en qué temas están trabajando las OSC de otras regiones para promover la Convención. Es la primera vez que participo en la Conferencia de las Partes y en el Foro de la Sociedad Civil, y espero con ansias poder intercambiar experiencias con mis pares y otras organizaciones afines.

 

Objetivo(s) de la Convención 2005 de la UNESCO