Nace una nueva red de jóvenes profesionales del patrimonio cultural a partir de un proyecto de la UNESCO y la UE
“El patrimonio tiene la capacidad de trascender el idioma y es una parte integral de nuestra identidad. Es una manera de comprendernos mejor los unos a los otros”. Así es como Victoria Kelly, una de las 28 participantes del Foro Europeo de Jóvenes Profesionales del Patrimonio, describe el efecto del patrimonio cultural en las personas y las sociedades. Los jóvenes profesionales de los 28 Estados Miembros de la Unión Europea, con experiencia tanto en materia de patrimonio cultural inmaterial como de patrimonio cultural material, aprovecharon este encuentro de cinco días para examinar la realidad multifacética del trabajo que se realiza en el ámbito del patrimonio cultural en los planos local, nacional e internacional. A estos jóvenes, que conforman una nueva generación de profesionales y mensajeros del patrimonio cultural, los une una visión común del patrimonio, según la cual el patrimonio material y el patrimonio inmaterial están íntimamente relacionados y la participación activa de las comunidades locales es indispensables para su protección y salvaguardia.
Los vínculos entre el patrimonio cultural inmaterial y el patrimonio cultural material
Con el fin de aplicar un enfoque innovador respecto del patrimonio cultural, durante el Foro Europeo de Jóvenes Profesionales del Patrimonio se propuso abordar el patrimonio material e inmaterial de manera conjunta y estudiar las sinergias y los retos que plantea su salvaguardia en el contexto europeo. La Convención de 1972 sobre la Protección del Patrimonio Mundial y la Convención de 2003 para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial proporcionaron los marcos necesarios para comparar sus diferentes enfoques respecto del patrimonio y las comunidades y subrayar su carácter complementario. Dos estudios de caso de Zadar ―uno de ellos sobre el arte de construir muros en piedra seca y el otro sobre las fortificaciones venecianas de defensa― brindaron una excelente oportunidad para realizar esta comparación de manera directa y práctica.
“Lo más interesante que he aprendido durante este Foro es la conexión entre el patrimonio material y el patrimonio inmaterial, porque, como arquitecto, nunca los había estudiado de manera relacionada. Como jóvenes profesionales del patrimonio y futuros gestores, es importante que conozcamos las diferentes facetas del patrimonio”, explicó Bastien Fréard, el participante de Luxemburgo.
El diseño de actividades interactivas de concienciación
Las lecturas, los juegos interactivos y los trabajos en pareja permitieron a los participantes consolidar los nuevos conocimientos adquiridos. Utilizando técnicas de narración y diseño emocional, los 28 jóvenes mensajeros del patrimonio cultural diseñaron actividades interactivas de concienciación en torno a los dos estudios de caso locales. Los participantes, organizados en cuatro grupos, trabajaron en estrecha colaboración con estudiantes locales para ajustar sus estrategias de comunicación al contexto local. Equipados con mapas y materiales creativos, se lanzaron a las calles de Zadar para interactuar con los residentes locales y averiguar qué significaban para ellos el arte de construir muros en piedra seca y las fortificaciones venecianas de defensa. Este intercambio superó todas las expectativas.
En aproximadamente dos horas, más de 300 personas habían participado en la actividad. Los viandantes se detenían y se sinceraban: hablaban de historias de amor, pérdida y pertenencia, todas ellas ligadas a la presencia de estos tesoros locales en su ciudad natal, la ciudad de Zadar. El patrimonio no le pertenecía al pasado, sino a ellos, como parte integral de sus identidades.
La búsqueda de inspiración en la observación de sus pares
Uno de los criterios de selección del Foro era el proyecto personal propuesto por cada participante. Durante los laboratorios de proyectos, que tuvieron lugar todos los días, se ofreció a los participantes la oportunidad de colaborar con sus pares y otros expertos para perfeccionar sus ideas y mejorar sus proyectos. Como resultado, iniciativas como la creación de una red de jóvenes profesionales del patrimonio ganaron claridad y consiguieron nuevos adeptos entre los participantes. Otras iniciativas proponían concienciar sobre los sitios arqueológicos con la ayuda del patrimonio cultural inmaterial o utilizar los videojuegos para instruir a los niños sobre su patrimonio. Los intereses de los participantes eran muy variados: iban desde la incorporación de la realidad aumentada para proyectar imágenes de edificios restaurados en ciudades de toda Europa o la utilización del patrimonio cultural inmaterial para empoderar e inspirar a los niños de escuelas situadas en zonas desfavorecidas. Hacia el final del Foro, emergieron y empezaron a tomar forma varias ideas para realizar actividades conjuntas en el futuro.
Cómo convertirse en un joven mensajero del patrimonio cultural
“El patrimonio no es estático. Evoluciona y se adapta. Por ello, los profesionales del patrimonio también deben evolucionar y adaptarse. No hay mejor manera que implicar a los jóvenes, que aportan nuevas ideas y conocimientos al ámbito del patrimonio”, comentó Michał Wosiński cuando se le preguntó acerca de la importancia de implicar a personas y profesionales jóvenes en la protección del patrimonio cultural.
El Foro logró crear una red de 28 jóvenes profesionales del patrimonio que ahora pueden actuar como mensajeros del patrimonio cultural en sus países y comunidades y dar a conocer el gran potencial del patrimonio como fuerza positiva de cambio social. Como mensajeros, los jóvenes profesionales concienciarán activamente a la población acerca de la importancia de cuidar y transmitir el patrimonio que compartimos.
Sobre el Foro
El Foro Europeo de Jóvenes Profesionales del Patrimonio se celebró en Zadar (Croacia) del 20 al 24 de mayo de 2019. Organizado en el marco del proyecto conjunto UNESCO-UE “Año Europeo del Patrimonio Cultural (2018): Colaboración con los jóvenes para una Europa inclusiva y sostenible” , también formaba parte del Programa de Educación sobre el Patrimonio Mundial.
El Foro fue auspiciado por la Comisión de Croacia para la UNESCO y el Ministerio de Cultura de la República de Croacia en estrecha cooperación con la ONG Diadrasis.
