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Alteraciones en la alfabetización y el aprendizaje en Jordania y la República Democrática del Congo debidos a la COVID-19

17/07/2020

En un mundo donde 773 millones de jóvenes y adultos no poseen aún las competencias básicas en lectoescritura (IEU), la pandemia de COVID-19 y las consecuencias del confinamiento debido a esta aumentan los desafíos ya existentes en materia de alfabetización.

Siguiendo el tema de la celebración este año del Día Internacional de la Alfabetización y los Premios Internacionales de Alfabetización de la UNESCO, “La enseñanza de la alfabetización y el aprendizaje durante la crisis de la COVID-19 y más allá”, nos interesamos en la manera en que los galardonados anteriores de los Premios hacen frente a esta crisis inesperada.

Se trata de la primera parte de una serie de dos capítulos en los que seguimos los testimonios provenientes de Indonesia, Colombia, Jordania y la República Democrática del Congo, acerca de cómo los galardonados logran que sus programas de alfabetización sigan llegando a las poblaciones más vulnerables durante la pandemia.

La lectura rima con bienestar en favor de la salud mental y la resiliencia en Jordania

El programa “Amamos la lectura” de Jordania recibió el Premio de Alfabetización UNESCO-Rey Sejong en 2017, y desde esta fecha sigue llegando a niños de 55 países en todo el mundo.

Se trata de un programa básico comunitario que se enorgullece de cultivar el amor por la lectura entre niños y jóvenes, de proporcionar a jóvenes y adultos los medios para convertirse en agentes del cambio mediante la lectura en voz alta en sus comunidades y de crear la resiliencia entre los niños, los jóvenes y los adultos mediante la lectura.

El programa ha probado que reduce el estrés y la ansiedad y estimula la salud mental y la resiliencia de las poblaciones vulnerables, tales como los refugiados o las personas que tienen bajo nivel socioeconómico.

El programa aborda el hecho de que la mayoría de los niños en el mundo no leen por placer. Se apoya en una lógica según la que, si no leen por placer, los niños no recogerán los beneficios de la lectura, es decir, más imaginación, vocabulario más rico, mayor empatía, confianza y resiliencia.

Desde que comenzó el COVID-19, el programa presentó un plan específico: “Plan ‘Amamos la lectura’ por el corona”.

“Voluntarios locales pusieron en marcha el plan mediante la lectura en voz alta a los niños, en sus barrios o en sus casas, en el contexto de la COVID-19. La lectura en voz alta es una manera de motivar el gusto por la lectura y convertirse así en estudiantes para toda la vida”, explica la Sra. Rana Dajani, la fundadora de “Amamos la lectura”.

“Todos estos beneficios se vuelven particularmente importantes cuando la enseñanza se complica. La lectura por placer se convierte entonces en un espacio reservado hasta que el aprendizaje vuelva a la normalidad. Es quizá la única manera de aprender durante la crisis”, afirma la Sra. Dajani.

Otras iniciativas del programa durante la crisis de la COVID-19 han incluido la puesta en línea gratuita de libros de audio y de manuales en árabe e inglés, así como grabaciones de portavoces del programa que leen historias en voz alta y publican mensajes inspiradores en las redes sociales de todo el mundo que dan fe de la manera en que hacen frente y abordan la crisis.


© We Love Reading
 

La pobreza, la mendicidad y la violencia sexual contra las mujeres son el alto precio a pagar por la pandemia en la República Democrática del Congo

El colectivo Alpha Ujuvi (CAU) de la República Democrática del Congo recibió en 2011 el Premio UNESCO-Confucio de Alfabetización por su programa “Coexistencia Pacífica de las Comunidades y Gobernanza en el Norte de Kivu”.

El objetivo del programa era formar a instructores en materia de técnicas de alfabetización, sensibilizar a las comunidades en las cuestiones relativas al analfabetismo, garantizar la coordinación entre los centros de alfabetización y dar seguimiento a su trabajo y evaluarlo.

Desde hacía tiempo, la provincia de Kivu del Norte estaba afectada por la inestabilidad política y el desplazamiento de poblaciones a gran escala, algo que conllevó a la inseguridad permanente e imposibilitaba la paz. Bajo la dirección de Sor Deodata Bunzigiye, secretaria ejecutiva del Colectivo Alpha Ujuvi, el programa utilizó la alfabetización para prevenir y acabar con las tensiones y los conflictos individuales y comunitarios de la región. Las cabañas de paz, vinculadas al aprendizaje de la alfabetización, proporcionaron mayor seguridad a estas comunidades políticamente inestables.

Tras recibir el Premio en 2011, la CAU invirtió el monto recibido en una gran finca que bautizaron “AZINA – Confucio” o “Tesoro de Confucio”. Asimismo, proporcionó y sigue proporcionando una sala dedicada a la escolarización de varios niños pobres y vulnerables de la región, que ya han abandonado la escuela o que nunca han sido escolarizados.

No obstante, la crisis de la COVID-19 y sus consecuencias han puesto a los niños y al programa en una posición de vulnerabilidad.

“Nuestros alumnos que ya han sido reintegrados corren el riesgo de abandonar otra vez la escuela”, explica Sor Deodata Bunzigiye.

“Uno de los desafíos principales es el del confinamiento. Le sigue el problema de la enorme pobreza tras un conflicto. Las familias sin economía estable viven en su mayoría al día. Constatamos un incremento de la frecuencia de la violencia doméstica, del número de niños en la calle y de la explotación sexual de niñas jóvenes. Estamos viviendo un gran desafío, con una mayor cantidad de niños, en particular de niñas menores, que viven en las calles de la ciudad de Goma”, explica la Sra. Bunzigiye.

Para hacer frente a los desafíos de la crisis de la COVID-19 y adaptarse a estos, el CAU ha tomado medidas para proteger a los niños durante la pandemia y continuar el aprendizaje de la alfabetización de manera distinta a la habitual.

“Con el apoyo de nuestros asociados, nuestras escuelas de reinserción utilizan libros que permiten hacer las tareas en casa. El desafío continúa para aquellos que viven en la calle”, afirma.

En el marco de la lucha contra la propagación del coronavirus, el CAU da seguimiento a 30 niñas menores que viven en las calles de la ciudad de Goma. Se les atiende desde el punto de vista médico y psicosocial con el objetivo de reintegrarlas más tarde a centros de reinserción de la escuela Furahini del CAU.

“Para los grupos de alfabetización, seguimos las medidas preventivas y de protección alentadas por el gobierno congolés, es decir, lavarse las manos con regularidad, utilizar desinfectantes, máscaras, etc., y dividimos las clases en dos para tener máximo 15 alumnos”, explica la Sra. Bunzigiye.

El CAU logra también mantenerse en contacto con sus estudiantes, en particular con aquellos que preparan su defensa pública en el marco del proyecto “Mupaka Shamba letu”, en colaboración con Alert International.

El gobierno provincial, en colaboración con el CAU, ha estudiado cómo sacar más provecho de los beneficios de la finca “AZINA – Confucio” a nivel educativo, social y para el desarrollo. Se ha previsto un centro multidisciplinario con un círculo de alfabetización y un centro comercial para los jóvenes, pero el proyecto se encuentra actualmente en fase inicial.

“Ahora debemos pensar en incluir estrategias de prevención y protección para limitar la propagación del virus”, explica la Sra. Bunzigiye.


© Collectif Alpha Ujuvi
 

Este año, el Día Internacional de la Alfabetización y los Premios Internacionales de Alfabetización de la UNESCO abordarán el tema de la enseñanza de la alfabetización y de los aprendizajes en periodo de crisis de COVID-19 y después de esta. Los cinco nuevos galardonados serán anunciados, el 8 de septiembre de 2020, con motivo del Día Internacional de la Alfabetización.

Los dos Premios internacionales de alfabetización de la UNESCO son el Premio de Alfabetización UNESCO-Rey Sejong, creado en 1989, gracias al apoyo del Gobierno de la República de Corea, que presta especial atención al desarrollo y uso de la educación y la formación en materia de alfabetización en la lengua materna, y el Premio UNESCO-Confucio de Alfabetización, creado en 2005, con el apoyo de la República Popular China, centrado en la promoción de la alfabetización de los adultos de las zonas rurales y de los jóvenes no escolarizados, en particular las niñas y las mujeres.