<
 
 
 
 
×
>
You are viewing an archived web page, collected at the request of United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO) using Archive-It. This page was captured on 02:37:33 Dec 08, 2020, and is part of the UNESCO collection. The information on this web page may be out of date. See All versions of this archived page.
Loading media information hide

Construir la paz en la mente de los hombres y de las mujeres

Medicina y salud

¿Cual es en nuestros días el estado de salud de la población mundial? ¿ha podido mejorarse gracias a los fantásticos progresos de la medicina y de la farmacología? ¿se beneficien de éstos sólo los países desarrollados o también los que están en vías de desarrollo? ¿reviste la salud la misma importancia para todos? ¿hablan el mismo lenguaje médicos y enfermos? He aquí una serie de preguntas a las que intentan responder los autores de los artículos incluidos en este número de El Correo de la UNESCO.

Hoy son muchas las enfermedades infecciosas que pueden erradicarse gracias a la vacunación. Algunas de ellas, como la viruela, lo han sido ya, efectivamente. Pero están apareciendo nuevas enfermedades, a menudo como consecuencia de una mala higiene de vida, de la malnutrición y de la insalubridad, o bien originadas por agentes infecciosos hasta ahora desconocidos como el virus de la inmunodeficiencia humana (SIDA), que hoy lanza un desafío sin precedentes a la comunidad científica internacional. Por último, la prolongación considerable de la existencia humana trae aparejado un aumento de las llamadas enfermedades degenerativas, cuyo tratamiento es muy costoso.

Para hacer frente a tan arduos problemas, quizá la medicina no tenga más remedio que adoptar un enfoque pluralista y globalizador que integre las terapias tradicionales y tome en consideración no sólo la dimensión física sino también el psiquismo y el entorno social del paciente. Así ocurre, por ejemplo, en China, donde se considera al organismo como un todo en el tratamiento del cáncer, que combina la radioterapia, la quimioterapia y la fitoterapia.

En cuanto a la medicina preventiva, que para los países en desarrollo reviste una importancia capital y cuyos progresos van a dominar este final de siglo, se basa en la asistencia sanitaria primaria y requiere la participación de la familia y de la colectividad para aligerar la carga de unos servicios médicos ya más que sobrecargados. Aello contribuirá también la racionalización del comercio y del consumo de los productos farmacéuticos.

¿Qué nos deparará el futuro? ¿Sólo existen límites materiales a la curación de las enfermedades del hombre? El auge de la biotecnología, de la neurología y de la genética, las nuevas vacunas , la cirugía molecular, los injertos de órganos y otros muchos milagros de la "tecno-medicina" son sólo un aspecto, espectacular desde luego, de la medicina del futuro. Como hasta ahora, ésta seguirá basándose en la educación y la prevención, a la par que en la satisfacción de las necesidades esenciales en materia de higiene, de alimentación y de alojamiento.

Descubra este número. Descargue el PDF. 

Agosto de 1987