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Construir la paz en la mente de los hombres y de las mujeres

Editorial

Editorial de Audrey Azoulay

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"La probabilidad de una ciudad", disposición urbana imaginaria, dibujo del artista francés Fabrice Clapiès.

El año 2014 marcó una divisoria de aguas para la humanidad: por primera vez en la historia, más de la mitad de la población mundial vivía en zonas urbanas. Según los cálculos actuales, de aquí a 2050 ese porcentaje podría ascender al 70%. De diversas maneras, esas ciudades del mañana serán el reflejo de sus antecesoras: de las primeras ciudades-estados de Mesopotamia, a las ciudades italianas del Renacimiento y a las metrópolis de hoy, a lo largo de la historia las ciudades han fomentado el desarrollo, al servir como auténticos crisoles que han facilitado la interrelación y el diálogo de personas de las más diversas procedencias.

Sin embargo, las ciudades de hoy y del mañana también se enfrentan a desafíos sin precedentes. Aunque solo ocupan el 2% de la superficie terrestre, las urbes consumen el 60% de la energía mundial, liberan el 75% de las emisiones de gas de efecto invernadero y producen el 70% de los desechos del planeta. A medida que se extienden, las ciudades amenazan la diversidad biológica y ejercen una enorme presión sobre la infraestructura y los recursos –desde el agua hasta el transporte y la electricidad–, con lo que multiplican la repercusión de las catástrofes naturales y el cambio climático. El desarrollo descontrolado y el turismo de masas ponen en peligro a los sitios del patrimonio cultural y a las prácticas del patrimonio inmaterial de la humanidad. El aumento de la desigualdad y la migración –impulsadas en muchos casos por conflictos y desastres– convierten a las ciudades en epicentros de nuevas fracturas sociales que propician la exclusión y la discriminación.

Habida cuenta de la magnitud de estos problemas, las ciudades del mundo entero han llegado a la conclusión de que la única vía hacia el porvenir es la creación de nuevas modalidades de pensamiento, participación cívica y, sobre todo, de cooperación entre ellas. Esta experiencia la hemos constatado en la UNESCO, que alberga a no menos de cinco redes de ciudades, y cada una de estas se esfuerza en aprovechar la extraordinaria capacidad de innovación e interconexión que constituye la seña de identidad de los centros urbanos.

Por ejemplo, las ciudades representan el 70% de la economía mundial y comprenden una importante fracción de la economía de innovación, que genera ingresos a escala mundial de 2 billones 250 mil millones de dólares estadounidenses y proporciona empleo a más jóvenes que ningún otro sector. Por esa razón, las 180 ciudades que componen la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO colaboran para aprovechar su capacidad para congregar a personas creadoras con miras a dinamizar el crecimiento económico, fomentar el sentido de comunidad y preservar las identidades urbanas. La Red Mundial de Ciudades del Aprendizaje de la UNESCO trabaja para lograr ciudades más sostenibles, al velar por que todos sus residentes puedan beneficiarse del aprendizaje a lo largo de toda la vida. Desde aprender a montar en bicicleta hasta cómo lograr un contexto urbano más limpio, desde saber cómo se elaboran los productos locales mediante métodos y conocimientos tradicionales hasta cómo organizar talleres de teatro en barrios marginales, cada nueva oportunidad educativa trae consigo un potencial de transformación y desarrollo social.

Al ser uno de los principales laboratorios de ideas del mundo, la UNESCO trata de aunar la labor de estas redes de ciudades, las incita al intercambio y la colaboración en materia de políticas y medidas prácticas capaces de responder a las crecientes necesidades de los residentes urbanos. El periodista Herb Caen, ganador del premio Pulitzer, afirmó en cierta ocasión: “Una ciudad no se mide por su extensión territorial, sino por la amplitud de su visión y la altura de sus sueños”. En la UNESCO estamos convencidos de que cuando las ciudades comparten esos sueños y saben inspirarse de las perspectivas de los demás, pueden superar los desafíos de la nueva era urbana.

Este número de El Correo de la UNESCO presenta múltiples historias de creatividad, innovación y resiliencia. Espero que esos relatos sirvan de inspiración a nuestros lectores y, quizá, les impulsen a participar en tareas análogas en sus propias ciudades o comunidades.

Foto: Fabrice Clapiès - artista

Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO

Más información sobre las redes de ciudades:

La cultura, el ADN de las ciudades

Fomentar las ciudades de aprendizaje

Fomentar ciudades inteligentes

Ciudades acogedoras

Las ciudades y el patrimonio vivo

El agua y las megalópolis