En una región que quedó devastada por la producción intensiva del caucho en el siglo XIX y que servía de base de operaciones a los cárteles de la droga y la guerrilla, que la transformaron en la llamada "zona roja" del cultivo de coca y de tránsito de la cocaína, durante la década de 1980, miles de personas viven hoy de la economía agroforestal mixta, siembran árboles y cultivan cacao. En esta región de la Cordillera Central peruana se creó, en 2016, el Gran Pajatén, una Reserva de Biosfera de la UNESCO. En el origen de este proyecto hay un hombre: Roldán Rojas Paredes.
Roldán Rojas Paredes responde a las preguntas de William Navarrete
¿Cómo describiría la Reserva de Biosfera del Gran Pajatén a alguien que nunca la ha oído mencionar?
El Gran Pajatén es un territorio muy especial que se caracteriza por una gran diversidad natural y cultural, ya que engloba a dos medios completamente diferentes: los Andes y el Amazonas. En unos 2,5 millones de hectáreas, la Reserva atesora 5.000 especies vegetales y más de 900 especies animales, de las que unas 30 son endémicas. En el territorio de la Reserva se encuentra también el Parque Nacional del Río Abiseo, rico en vestigios arqueológicos, que en 1990 se incorporó a la Lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO. A partir de mediados de la década de 1980 se han descubierto 36 sitios precolombinos, ubicados entre 2.500 y 4.000 metros de altura.
Para quienes hemos nacido aquí, se trata de un patrimonio muy especial, que nos responsabiliza y obliga a pensar más allá del corto o mediano plazo.
En mi opinión, esta reserva es nuestra fortaleza geográfica, un reducto que nos proporciona condiciones ideales para mejorar la calidad de la vida y ofrece buenas oportunidades para las generaciones venideras.
A título personal, siempre he estado vinculado con la agricultura y el disfrute de nuestros bosques primarios, su verdor impresionante y la energía directa que uno recibe de este lugar. Mi vida ha estado siempre estrechamente vinculada con la riqueza cultural, las leyendas, la fantasía, la música y la gastronomía locales. En un momento de mi vida fui a estudiar a Lima, pero tenía la firme intención de regresar y de dedicarme a realzar el valor de este legado único. Y eso fue lo que hice.
¿Qué significa para los 170.000 habitantes de la región que el Gran Pajatén haya sido declarado Reserva de Biosfera de la UNESCO?
La población local sufrió mucho en el pasado, víctima de los cárteles de la droga, la sobreexplotación del caucho y las actividades de la guerrilla. Pero desde principios de este siglo, el renacimiento de la cultura cacaotera permitió que miles de personas pudieran escapar de la pobreza y la marginación. Con el tiempo, hemos desarrollado una economía agroforestal mixta que se adapta muy bien a la producción de cacao ya que los arbustos de esta fruta crecen mejor a la sombra de los árboles.
Que nuestra región haya sido incluida en la Red de Reservas de Biosfera de la UNESCO en 2016 nos ha dado un impulso enorme, pues esto significa que nuestros esfuerzos para convertirnos en primera región productora de cacao orgánico en Perú han sido valorados a escala internacional
Este reconocimiento internacional ha generado nuevas perspectivas para la Fundación Amazonia Viva (FUNDAVI), que trabaja en pro de la conservación del ecosistema del Gran Pajatén. Actualmente, empresas que antes miraban con recelo nuestra gestión y que tendían una barrera invisible entre ellas y nosotros, se interesan en nuestra labor. La Minera Poderosa, por ejemplo, invierte tanto en investigaciones arqueológicas (acaba de publicar un excelente manual) como agrícolas (trabaja en estudios sobre la papa), y contribuye con material didáctico para la enseñanza primaria.
Y hasta recibimos propuestas de nuevos inversores extranjeros, como la marca Chanel que ha firmado un convenio de colaboración con nuestro proyecto REDD + Biocorredor Martín Sagrado.
¿En qué consiste este proyecto?
El proyecto prevé la conservación y el realce de 300.000 hectáreas de bosques primarios del Alto Huayabamba, colindantes con el Parque Nacional del Río Abiseo, administradas por las comunidades locales. Iniciado en 2010 y con un plazo de 80 años, este proyecto se ha beneficiado del respaldo de la empresa social francesa PUR Projet, al igual que el de Jubilación Segura. Con un plazo de 40 años, esta última aspira a implantar modelos agroforestales con el fin de crear una nueva economía rural sostenible, mediante un plan de reforestación y captura de carbono, que ayuda a que las tierras adquieran valor con miras a romper el ciclo de la pobreza de los agricultores que no tienen retiro y deben abandonarlas.
¿Cuáles son las nuevas etapas que prevé FUNDAVI?
Hemos empezado a intercambiar experiencias entre los diferentes sectores en el seno de nuestra reserva de biosfera, creando jardines botánicos o granjas de apicultura. Deseamos crear alianzas con otras Reservas de Biosfera tanto en el Perú como en el resto del mundo.
No nos interesa competir. Deseamos aunar estrategias; mostrar y mejorar nuestras actividades. ¡Y servir de fuente de inspiración para todos en cuanto a la excelencia en el trabajo y la enseñanza!
Nuestro proyecto social pretende implicar cada vez más a las universidades, las empresas, la sociedad civil, el Estado y la cooperación internacional, para aprovechar esta fabulosa "marca" de Reserva de Biosfera, y hacer que el productor que trabaja día a día su parcela de tierra se sienta conectado con el mundo entero.
Con esta entrevista El Correo se adhiere a la celebración del Día Internacional de la Diversidad Biológica (el 22 de mayo).
Foto: PUR Projet
