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Press release

Con 63 millones de maestros afectados por la crisis de la COVID-19, en el Día Mundial de los Docentes la UNESCO exhorta a que se aumente la inversión en el profesorado a fin de recuperar el aprendizaje

05/10/2020

© Shutterstock/M2020

En celebración de la función primordial de los docentes que han brindado apoyo a los estudiantes durante la pandemia de la COVID-19, el Día Mundial de los Docentes (5 de octubre) de este año pondrá de relieve la necesidad de mejorar la capacitación, el desarrollo profesional y las competencias de liderazgo en el magisterio, con el fin de atenuar las desigualdades en el aprendizaje y apoyar la educación integradora en todos los niveles durante la fase de recuperación y en las etapas sucesivas.

Para realzar la importancia de la efeméride, se celebrará una conferencia en línea sobre el tema del Día Mundial de este año, Teachers: Leading in crisis, reimagining the future [Docentes: liderar en tiempos de crisis, reinventar el futuro] y se entregará el Premio UNESCO-Hamdan bin Rashid Al-Maktoum a una actuación y resultados ejemplares en el mejoramiento de la eficacia de los docentes, que este año se ha concedido a programas de Brasil, Egipto y Portugal, con lo que dará comienzo una semana de actividades en línea que abarcarán todos los aspectos y niveles de la educación en el mundo entero, desde una perspectiva de aprendizaje a lo largo de toda la vida.  

Si no se adoptan medidas urgentes y no se incrementan las inversiones, la crisis del aprendizaje podría convertirse en una catástrofe educativa.

Tras advertir de que “si no se adoptan medidas urgentes y no se incrementan las inversiones, la crisis del aprendizaje podría convertirse en una catástrofe educativa”, la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, la Directora Ejecutiva del UNICEF, Henrietta Fore, el Director General de la OIT, Guy Ryder, y el Secretario General de la Internacional de la Educación, David Edwards, suscribieron un comunicado conjunto en el que piden que se proteja la financiación de la educación y se invierta en la formación inicial de calidad de los docentes y en su desarrollo profesional permanente. En el documento, los firmantes declaran que “para reforzar la resiliencia del profesorado en tiempos de crisis, todos los docentes deberían adquirir las competencias digitales y pedagógicas necesarias para enseñar a distancia, en línea y mediante métodos de aprendizaje mixtos o híbridos, cualquiera que sea el nivel de tecnología disponible”. 

En el documento se reconoce la repercusión de la crisis de la COVID-19, que ha afectado a más de 63 millones de docentes, ha puesto de relieve las persistentes deficiencias de numerosos sistemas educativos y ha exacerbado las desigualdades. 

En una encuesta realizada conjuntamente por la UNESCO, el UNICEF y el Banco Mundial sobre las respuestas a la COVID-19, se llegó a la conclusión de que solo la mitad de los países estudiados había proporcionado a los docentes capacitación adicional sobre educación a distancia y menos de la tercera parte de esas naciones les ofrecieron apoyo psicosocial para ayudarlos a hacer frente a la crisis. 

Al mismo tiempo, datos publicados recientemente por el Instituto de Estadística de la UNESCO, el Equipo Especial Internacional de Docentes y el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo muestran que el 81% de los maestros de primaria y el 86% de los de secundaria apenas tienen las calificaciones mínimas requeridas para desempeñar sus funciones y que persisten variaciones considerables entre las regiones, lo que hace que muchos docentes estén mal preparados para abordar los problemas a los que se enfrentan. 

En el África Subsahariana, solo el 65% de los docentes de primaria y el 51% de los de secundaria disponen de las calificaciones mínimas requeridas, proporciones que para el Asia Meridional ascienden al 74 y el 77%, respectivamente. Se calcula que, en el mundo entero, se necesitarían 69 millones más de docentes para alcanzar la educación universal en 2030, de conformidad con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (algo más de 24 millones en la enseñanza primaria y más de 44 millones para la secundaria), cifra que equivale a la suma mundial de los profesionales que en 2019 ejercían el magisterio en ambos niveles.

Además, ante el riesgo de que aumenten las desigualdades en el aprendizaje, un nuevo documento de políticas elaborado por la UNESCO publicado el 5 de octubre muestra que algo menos de dos tercios de los países proporcionan a sus docentes formación en materia de inclusión. Preparado por profesionales del Informe de la UNESCO de Seguimiento de la Educación en el Mundo y del Equipo Especial de Docentes, el estudio revela que solo cuatro de cada 10 países abordan en sus leyes y políticas la capacitación en materia de inclusión y pide que dicha capacitación se incorpore a todos los programas de formación de docentes.

En el Día Mundial de los Docentes de este año, el Premio UNESCO-Hamdan, que cuenta con los auspicios del Jeque Hamdan Bin Rashid Al Maktoum de los Emiratos Árabes Unidos y recompensa a los resultados ejemplares en la mejora de la eficacia de los docentes, se otorgará a los programas siguientes:

La plataforma Escolas Conectadas de la Fundación Telefônica Vivo, inaugurada en 2015, que promueve la integración de los educadores en la cultura digital y fomenta en el alumnado la adquisición de competencias del siglo XXI. El proyecto, que ofrece 38 cursos de educación a distancia, había llegado en 2019 a 65.000 docentes en todo el territorio de Brasil.

El programa School Transformation Journey de la Fundación Edúcame, de tres años de duración, que se propone capacitar a los profesores para que lleguen a ser expertos en la pedagogía del siglo XXI, con hincapié en la cultura de la autonomía personal. Hasta la fecha, el programa ha llegado a unos 6.000 docentes de 430 escuelas públicas en siete provincias de Egipto.

El programa Apps for Good, puesto en marcha por el Centro de Inclusión Digital de Portugal en 2015, insta a docentes y alumnos a elaborar aplicaciones informáticas para tabletas o teléfonos de última generación y les muestra el potencial de la tecnología para transformar sus comunidades. En los seis últimos años, el programa ha llegado a 13.080 estudiantes y 1.133 docentes de 448 escuelas, que han logrado elaborar más de 1.000 soluciones tecnológicas.

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