La satisfacción de haber cumplido y la ilusión de un futuro mejor

Cuando nació la UNESCO, hace 75 años, quienes sentaron las bases del multilateralismo deseaban encontrar los caminos institucionales para proteger a la humanidad, tras los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Y este año, en pleno siglo XXI, sentimos la responsabilidad de seguir luchando por esa gran herencia. Es que la actual crisis de la COVID19 nos ha convocado a redoblar nuestro espíritu solidario y colaborativo, abocados, ahora, a diseñar nuevos paradigmas. Nuevos esquemas capaces de reducir la desigualdad, reestructurar y fortalecer la educación, impulsar la cultura de todas las comunidades y potenciar la investigación científica, combatiendo las noticias falsas y defendiendo siempre la libertad de expresión.

Esa ha sido nuestra piedra angular durante este atípico 2020: promover sociedades de conocimientos inclusivas, sostenibles y de paz. Un desafío ambicioso y complejo, porque, al mismo tiempo que nos propusimos lograrlo, nos vimos obligados a adaptar un nuevo esquema de trabajo a distancia, nunca antes imaginado, el cual, afortunadamente, supimos integrar de manera satisfactoria. En poco tiempo, nos preparamos, nos renovamos y nos servimos de apoyo, unos a otros, para demostrar que nuestro compromiso no solo se mantenía intacto durante el teletrabajo, sino que, además, estaba más fortalecido. Trabajamos más. Nos esforzamos más. Necesitábamos demostrar que el equipo estaba consolidado a pesar de la adversidad y salvamos esa prueba con muy buena nota.

Este año estuvo cargado de retos. De desafíos institucionales y personales, colectivos e individuales y, no menos importante, también tecnológicos. Y a la luz de los resultados, hoy tenemos el agrado de poder decir que nuestra Oficina estuvo a la altura de las circunstancias. Felicito a cada uno de los integrantes del maravilloso equipo de trabajo con el que cuento. Porque mientras nuestra región atravesaba un mar de incertidumbre y tensión, tuvieron la capacidad de identificar oportunidades de transformación social y pudimos orientarlas, gracias al trabajo colaborativo de nuestros socios, hacia la construcción de un futuro mejor para todos y todas. Construimos esperanza. Y esa ha sido la mejor recompensa.

Cuando los esfuerzos para salir adelante se suman, se multiplica la energía y crece el compromiso. Entonces la cooperación alcanza beneficios que solo se obtienen desde una lógica colaborativa y responsable. Cerramos este año con la convicción de haber aportado a construir un mundo más justo y recibimos el próximo con la seguridad de estar transitando el camino correcto. Desde UNESCO seguiremos trabajando para lograr sociedades de conocimiento más equitativas y más libres.

Compartimos con ustedes una publicación que desde nuestra Oficina hemos editado para obsequiarles. Se trata de un relato que narra 70 historias vinculadas a 70 sucesos científicos, que vale la pena conocer. Puedes descargar la versión digital en este link.

Un afectuoso saludo para todos y todas.
Que las celebraciones tradicionales los encuentre en paz y con salud.

Lidia Brito
Directora
Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO
para América Latina y el Caribe - Montevideo