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Los “discursos peligrosos” alimentados por el miedo durante las crisis pueden contrarrestarse mediante la educación

15/05/2020

El miedo es uno de los principales causantes de la propagación de “discursos peligrosos” durante crisis como la de la pandemia de COVID-19, afirma Susan Benesch, fundadora y directora ejecutiva del Dangerous Speech Project.

La pandemia generó una nueva oleada de discursos de odio en todo el mundo incrementada por conducto de Internet y exacerbada aún más por los sentimientos de racismo, antisemitismo, islamofobia, xenofobia y otras formas de intolerancia y de discriminación.

La Sra. Benesch, profesora asociada del Berkman Klein Center for Internet & Society de la Universidad de Harvard, participó en la reunión virtual de especialistas La Educación como instrumento de prevención: hacer frente y contrarrestar los discursos de odio, organizada por la UNESCO y la Oficina de las Naciones Unidas sobre la Prevención del Genocidio y la Responsabilidad de Proteger (OSAPG).

La reunión virtual que tuvo lugar entre los días 13 y 18 de mayo congregó a más de 20 prominentes especialistas internacionales, e incluyó a jóvenes representantes, expertos en derechos humanos y especialistas del ámbito de la educación, con el objetivo de examinar las pruebas existentes para hacer frente y contrarrestar los discursos de odio, intercambiar prácticas idóneas y elaborar una estrategia que refuerce la capacidad de los Estados Miembros para combatir, en línea y fuera de esta, a este fenómeno mediante la educación. La reunión contó con la intervención del Dr. Ahmed Shaheed, relator especial de las Naciones Unidas sobre libertad de religión o creencias.   

La Sra. Benesch creó Dangerous Speech Project para estudiar los “discursos de odio”, a los que define como una forma de expresión que puede generar violencia contra determinados grupos de personas, así como para encontrar cómo prevenirlos mediante la educación sin que se viole la libertad de expresión.

“Lo curioso de esta pandemia es que, a diferencia de muchas situaciones en las que un grupo se pone en contra de otro, ahora todos están en idéntica situación de temor y vulnerabilidad, y por una buena razón. El miedo a la enfermedad, que es un enemigo invisible, es particularmente poderoso. Como en casi todos los casos, la gente se siente atemorizada, y esto influye en que haya más personas que tienden a utilizar discursos peligrosos y de modo general, se corre el riesgo de que permitan o cometan actos violentos contra los demás.”  

La Sra. Benesch explicó que la pandemia no solo había generado una oleada de ataques, entre otros, contra los asiáticos o personas de rasgos asiáticos, tomados como chivos expiatorios, al considerárseles causantes o vectores de la pandemia, sino que además figuras prominentes se aprovecharon de la necesidad de información, orientación y seguridad para desinformar con fines políticos.

“Desafortunadamente, para políticos sin escrúpulos resulta fácil sacar provecho del miedo para sus propios fines”, afirmó.

A través de su proyecto, la Sra. Benesch trabaja para encontrar soluciones desde la perspectiva educativa para hacer frente a los discursos de odio y a otras formas perniciosas de expresión. Las investigaciones demuestran que la educación puede reducir las actitudes de acoso en sus inicios. Asimismo, aboga por que la educación pública aborde y contrarreste las expresiones de odio, en vez de censurarlas.    

“Educar antes de que esto ocurra permite detectar las expresiones de odio, algo que facilita que se tome conciencia de las razones por las que estas se utilizan y entender que se trata de un instrumento político de fácil alcance utilizado con malas intenciones. Debemos enseñar, tanto en los países desarrollados como en vías de desarrollo, que es más fácil poner a unos contra otros que determinar el verdadero origen del descontento, construir una carretera o mejorar las infraestructuras sanitarias”, afirmó.

“Las personas sienten gran necesidad de pertenecer a uno o más grupos, y de acuerdo a sus necesidades, de seguir las normas de ese grupo. A pesar de que estas normas no están escritas en ninguna parte, pueden ser increíblemente potentes y pueden generar comportamientos nocivos”, afirmó. “Necesitamos que estas normas cambien en la buena dirección. Contrarrestarlas puede ser, además, una manera eficaz de hacer frente los discursos de odio para poder socavarlos”.     

Por otra parte, la Sra. Benesch manifestó que es importante que las medidas que se tomen en contra de los discursos de odio no sirvan como pretexto para callar a las personas, en particular a quienes pertenecen a los mismos grupos vulnerables que estas medidas deberían proteger.

Los jóvenes, en particular, deben involucrarse en aquello que sea significativo, tanto en línea como fuera de esta.  

“Necesitamos hablarles a los jóvenes utilizando sus propios medios e involucrarlos a través de personas que ellos respetan y escuchan”, afirmó.

La reunión virtual forma parte de la Estrategia y Plan de Acción de las Naciones Unidas contra el discurso de odio, del Secretario General de las Naciones Unidas, y fue organizado en el marco de la preparación de la Conferencia Internacional de Ministros de Educación y de un Foro multipartito para hacer frente y prevenir los discursos de ocio mediante la educación (la fecha y el lugar se confirmarán ulteriormente).