<
 
 
 
 
×
>
You are viewing an archived web page, collected at the request of United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO) using Archive-It. This page was captured on 00:47:53 Dec 27, 2021, and is part of the UNESCO collection. The information on this web page may be out of date. See All versions of this archived page.
Loading media information hide
News

Los jóvenes piden educación sobre sexualidad, y yo les escucho

03/11/2021

Por Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación

La publicación del informe The journey towards comprehensive sexuality education: global status report [Informe mundial sobre la educación integral en sexualidad] es un recordatorio de la urgente necesidad de impartir esta modalidad de educación sobre la salud y los derechos de los jóvenes, una enseñanza que puede cambiarles la vida y también salvársela.

Ninguna niña debería experimentar su primera menstruación sin un conocimiento completo sobre lo que le está ocurriendo. Ningún joven debería vivir con miedo a asistir a la escuela porque es víctima de acoso escolar y no sabe a quién acudir en busca de ayuda. Ninguna mujer joven debería verse privada de su derecho a la educación por haberse quedado embarazada.

Y, sin embargo, eso es exactamente lo que ocurre hoy en día.

Anesu Mandenge, una estudiante de 23 años de edad que cursa la especialidad de trabajo social en Zimbabwe, le contó a la UNESCO que para ella el tránsito de la enseñanza primaria a la secundaria estuvo plagado de tensiones. “Me sentía muy insegura por la menstruación. A veces dudaba si debía o no asistir a clases. Tenía mucho miedo y ansiedad, porque no había nadie que me explicara lo que me ocurría o cómo afrontarlo”, afirmó la joven. Mandenge, que actualmente asiste a la universidad, dice que allí no hay acceso a la educación sobre sexualidad ni a servicios relativos a la sexualidad. “La clínica universitaria no proporciona anticonceptivos a los alumnos, lo que ha causado muchos abortos de alto riesgo en el recinto. Hay una indudable necesidad de introducir, de manera prioritaria, la educación integral en sexualidad, incluso en las instituciones de enseñanza superior”. 

En México, Rubén Ávila, de 26 años, miembro de las organizaciones Sin control parental y EllaDecide, declaró que para un joven gay crecer en una sociedad conservadora no es tarea fácil. “La mayor parte del tiempo, ni siquiera el hogar es un lugar seguro para nosotros. El acceso a una educación exhaustiva en materia de sexualidad es de suma importancia, porque significa que hay espacios educativos seguros para que los niños y adolescentes puedan crecer libres de la estigmatización, el miedo y la discriminación”.

No podemos quedarnos parados cuando niños y jóvenes pierden clases o abandonan los estudios porque no alcanzan a comprender qué es la menstruación o porque son víctimas de acoso y violencia. Recientemente, los ministros del G7 establecieron metas mundiales ambiciosas, entre las que figura el objetivo de escolarizar, de aquí a 2026, a 40 millones de niñas más en países de ingresos bajos y medios. Esta meta será inalcanzable si los niños y los jóvenes carecen de acceso a una educación escolar integral sobre sus cuerpos, sus relaciones y la salud sexual.

El nuevo Informe mundial muestra que un número cada vez mayor de países reconoce la repercusión positiva de la educación sobre sexualidad y que se esfuerzan por integrarla en sus planes de estudio, ampliando la formación de sus docentes y el ámbito de los temas tratados. En algunos contextos hay prometedores indicios de progreso.

Naura Nabila Haryanto, de 26 años, miembro de la organización Rutgers WPF en Indonesia, señaló a la UNESCO que conocía casos en los que la educación integral en sexualidad (EIS) había cambiado la vida de algunas personas, al generar comportamientos más sanos y repercutir sobre el bienestar de los jóvenes.

“Una maestra que ejercía en West Nusa Tenggara, una de las zonas más remotas de Indonesia, declaró que, tras haber impartido un curso de educación sobre sexualidad, el número de matrimonios precoces en la escuela se redujo de seis casos anuales a solo uno”, afirmó Haryanto. “En otra zona del país, un niño dijo que necesitaba comprenderse mejor a sí mismo a fin de construir una relación sana con otra persona. Imaginen que todos los niños tengan pensamientos como estos. Mediante una educación integral en sexualidad, podríamos reducir drásticamente las tasas de violencia de género”.

Puesto que tantos países han venido realizando progresos en materia de educación sobre sexualidad, cada uno a su modo, resulta difícil obtener una idea de conjunto de la situación actual. Por ese motivo la UNESCO aunó fuerzas con ONUSIDA, UNFPA, UNICEF, ONU Mujeres y la OMS para elaborar este histórico informe y llegar a comprender mejor el estado de la educación sobre sexualidad en el mundo entero.

Aunque resulta claro que se han logrado algunos progresos, todavía queda mucho camino por recorrer. El 85% de los 115 países examinados en el informe declaró que había puesto en marcha políticas, leyes o marcos jurídicos vinculados a la educación sobre sexualidad, pero este dato no siempre refleja el grado de aplicación en las aulas. Cuatro de cada cinco países aseguraron que sus planes nacionales de estudio incluían temas y contenidos importantes de educación sobre sexualidad, pero las pruebas indican que algunos aspectos esenciales, tales como la pubertad, las relaciones, el consentimiento o incluso la propia relación sexual, han quedado fuera de esos programas o se explican demasiado tarde. Por último, aunque todos los países reconocen la importancia de la formación de docentes y notifican que han realizado iniciativas de capacitación, otros estudios más detallados apuntan a que los maestros carecen de la confianza y las competencias necesarias para impartir cursos de educación sobre sexualidad.

Se necesitan esfuerzos permanentes para mantener un firme respaldo político a la educación sobre sexualidad. El compromiso político debe traducirse en presupuestos específicos e iniciativas continuas, orientadas a aumentar la cobertura. Esta inversión solo alcanzará su pleno valor cuando se preste atención a la calidad de la enseñanza, lo que puede lograrse mediante reformas constantes de los planes de estudio e inversiones significativas destinadas a financiar y apoyar la formación de docentes.

Los adolescentes y los jóvenes, que forman el grupo de población al que queremos llegar, nos indican que todavía falta mucho por hacer. En una encuesta que UNFPA coordinó recientemente en la región de Asia y el Pacífico, menos de la tercera parte de los jóvenes entrevistados creía que en la escuela había recibido una instrucción adecuada en asuntos sexuales.

Como explicó Amanda Filipsson, una joven de 23 años afiliada a la Asociación Sueca de Educación Sexual (RFSU), este informe mundial pone de relieve que, si bien las políticas relativas a la educación sexual constituyen una base indispensable, esas políticas tienen poco valor si carecen de aplicación. “La garantía de acceso a una educación integral en sexualidad para todos los niños y jóvenes debería ser una prioridad en el mundo entero”, dijo Filipsson.

A lo que Rubén Ávila añadió: “La educación sobre sexualidad es un elemento decisivo, que puede cambiar la vida de muchas personas, en particular de los jóvenes y los adolescentes. Nuestro bienestar, nuestro desarrollo y nuestro futuro dependen de esa formación”.

Como todos estos jóvenes -Anesu, Rubén, Naura y Amanda- han expresado claramente, muchos niños y adolescentes están creciendo sin la educación sexual que necesitan. Pero no se trata solo de sexo, sino de igualdad de género, pubertad, relaciones y salud sexual y reproductiva. Se trata de mejorar la autoestima de los jóvenes y de impartir valores de tolerancia, respeto mutuo y no violencia en el marco de las relaciones personales. 

Insto a los gobiernos, los profesionales y los interesados en asuntos educativos a que se sumen a las iniciativas de la UNESCO y nos ayuden a apoyar y empoderar a todos los niños y jóvenes mediante una educación integral en sexualidad.

 

© UNESCO/Tafara Gowera