Lifechangers stand at the Entrepreneurship Fair in Thimpu

Asia Meridional

Impulsar el desarrollo de las infraestructuras y la industrialización es una tarea que suele ir de par con el fomento de la I+D. En el caso de los países del Asia Meridional (Capítulo 21) el déficit crónico del gasto en I+D hace que sean en gran medida receptores de conocimientos científicos, competencias y tecnologías procedentes del extranjero.  

Bangladesh, Nepal, Pakistán y Sri Lanka cuentan con políticas explícitas de Ciencia Tecnología e Innovación (CTI), pero su aplicación se ve obstaculizada por la carencia de instrumentos adecuados. Debido al volumen modesto de los presupuestos públicos de investigación y al tamaño reducido de los grupos de investigadores, los fondos destinados a la CTI en estos países corren el riesgo de dispersarse excesivamente entre centros de investigación que trabajan en una gama muy diversa de disciplinas.  

Fomentar la transferencia de tecnologías a las PYME es una tarea prioritaria de los países en cuestión. En Sri Lanka, por ejemplo, la adopción del Marco Nacional de Políticas para el Desarrollo de las PYME (2016) ha ido acompañada de la constitución de un fondo nacional para el fomento de las tecnologías, alimentado conjuntamente por recursos del sector público y el privado.

Las industrias farmacéuticas de Bangladesh, Pakistán y Sri Lanka tienen un buen potencial de desarrollo, pero siguen siendo tributarias de las importaciones de materias primas. En Bangladesh, se prevé que el Parque Industrial de Ingredientes Farmacéuticos Activos de Munshiganj empiece a funcionar en 2023. Este parque va a permitir que sean las propias empresas farmacéuticas las que produzcan los componentes principales de sus medicamentos, lo que traerá consigo una reducción del precio de éstos en el mercado nacional y contribuirá a reforzar su competitividad en el plano internacional.  

En Sri Lanka, las exportaciones de productos farmacéuticos se hallaban estancadas desde 2016, pero con el aumento de la demanda ocasionado por la pandemia de COVID-19 el gobierno y el sector privado decidieron en 2020 invertir 30 millones de dólares en la creación de una nueva planta de fabricación de fármacos.  

Las economías digitales de los países de la región empiezan a desarrollarse. Bhután, por ejemplo, posee ahora un laboratorio de fabricación (“fablab”) para programadores de proyectos digitales, y Pakistán cuenta ya con varias de las empresas emergentes llamadas “unicornios tecnológicos” por cifrarse su valor en sumas superiores al millón de dólares. Este auge del sector digital ha conducido a algunos gobiernos a elaborar planes para la creación de infraestructuras inteligentes, como ciudades y escuelas. Un problema que se va a plantear es garantizar que en esos planes se integren principios de desarrollo sostenible.  

El aumento de las importaciones de combustibles en 2016, unido a la escasez de lluvias que puso de manifiesto que optar por la energía no era una solución sostenible, Sri Lanka puso en marcha un proyecto de base comunitaria denominado “Soorya Bala Sangramaya” (Batalla por la Energía Solar) que mediante asociaciones entre el sector público y el privado fomenta la instalación de pequeñas plantas de energía solar en los tejados, a fin de proporcionar electricidad a los hogares y las empresas.

Gráficos
  • Gráfico 21.1: Tendencias socioeconómicas en el Asia Meridional 
  • Gráfico 21.2: Tendencias del gasto en investigación y de los investigadores en el Asia Meridional 
  • Gráfico 21.3: Número de patentes de PI-5 concedidas a los inventores del Asia Meridional (2015–2019)  
  • Gráfico 21.4: Tendencias de las publicaciones científicas en el Asia Meridional 
  • Gráfico 21.5: Tendencias de la enseñanza superior en el Asia Meridional 
  • Recuadro 21.5: Siete medidas que pueden transformar la industria farmacéutica de Pakistán