A pesar de formar un grupo heterogéneo, los países de la región de los Estados Árabes (Capítulo 17) comparten en común una serie de prioridades. Como la escasez de agua, la erosión de los suelos y el deterioro del medio ambiente plantean serios problemas, muchos gobiernos de esos Estados están adoptando soluciones basadas en la ciencia, como los cultivos verticales en interior, el uso de técnicas de desalinización y la instalación de plantas solares de gran envergadura.
Los países de la región están invirtiendo en la alta tecnología y en la creación de centros urbanos sostenibles. Egipto, por ejemplo, ha establecido una serie de criterios de sostenibilidad para la construcción de sus nuevas ciudades que comprenden, entre otros, la fijación de un mínimo de espacio per cápita y la obligación de instalar paneles solares.
Los países de la región están tratando de desarrollar sus sectores manufactureros, comprendidos algunos de alta tecnología como la aeronáutica, la biotecnología agrícola y la industria espacial. Sin embargo, siguen dependiendo de las importaciones de tecnologías y de las asociaciones con los países líderes de la industria espacial.
Aprovechar la Cuarta Revolución Industrial se ha convertido en una prioridad manifiesta para los países de la región. Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) han adoptado estrategias de IA, y otros tres países como mínimo –Argelia, Egipto y Túnez– tienen previsto hacer otro tanto. Marruecos, por su parte, ha puesto en marcha un programa de IA.
Los países del Golfo han figurado entre los primeros del mundo en crear redes comerciales 5G. Arabia Saudita ha inaugurado un Centro para la Cuarta Revolución Industrial, y los EAU están tratando de integrar la tecnología de la cadena de bloques en los servicios gubernamentales y las transacciones.
Lo que va a representar un problema es garantizar que los sistemas educativos puedan formar una mano de obra endógena cualificada que comprenda una masa crítica de técnicos para la Industria 4.0. Hay indicios de que los sistemas de enseñanza secundaria no están formando a sus alumnos con la misma eficacia que en países vecinos.
En los últimos cinco años se registró una expansión considerable de la enseñanza superior y, a pesar de la generosa financiación pública destinada a las universidades, la proporción de fondos asignados a la I+D sigue siendo escasa en la mayoría de los países de la región. La consecuencia de esto es que los países árabes no inventan ni exportan tecnologías innovadoras, e incluso los que tienen economías más prósperas dependen enormemente de la compra de medios tecnológicos “empaquetados” importados del extranjero. Además, en los años más recientes parece ser que se ha producido una regresión en las transferencias de tecnologías. Todo esto indica que es necesario dar prioridad a la creación de comunidades endógenas de investigación, cuya producción científica y tecnológica sea determinada por las demandas de la sociedad.
- Gráfico 17.1: Tendencias socioeconómicas en los Estados Árabes
- Gráfico 17.2: Tendencias de los recursos humanos en los Estados Árabes
- Gráfico 17.3: Tendencias del gasto en investigación en los Estados Árabes
- Gráfico 17.4: Tendencias de las publicaciones científicas en los Estados Árabes
- Gráfico 17.5: Tendencias de la innovación en los Estados Árabes
- Gráfico 17.6: Políticas de Ciencia Tecnología e Innovación (CTI) en los Estados Árabes
- Gráfico 17.8: Tendencias de las publicaciones sobre tecnologías estratégicas intersectoriales en los Estados Árabes
- Recuadro 17.1: El Yemen adopta la energía solar para la supervivencia
- Recuadro 17.2: Comprometerse: financiar la innovación para el desarrollo sostenible
- Recuadro 17.3: El centro internacional SESAME: un rayo de unidad
- Recuadro 17.4: La Carta de Ética de la Ciencia y la Tecnología en la región de los Estados Árabes
