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Construir la paz en la mente de los hombres y de las mujeres

Gran angular

Revivir el espíritu de Mosul

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El violoncelista iraquí Karim Wasfi actúa acompañado de una orquesta en la antigua ciudad de Mosul, devastada por la guerra, el 10 de noviembre de 2018.

En febrero de 2018, durante la Conferencia internacional para la reconstrucción de Iraq, celebrada en Kuwait, la UNESCO puso en marcha la iniciativa “Revivir el espíritu de Mosul”, que congregó bajo sus auspicios a la comunidad internacional con miras a participar en la reconstrucción de esa ciudad devastada por la guerra, el pillaje y la destrucción. Esta reconstrucción será un hito en la historia de Mosul, una historia plural, que se ha desarrollado en una encrucijada de culturas y religiones de Oriente Medio.

Tras caer en manos del Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL), el patrimonio de la ciudad fue objeto de saqueos y su identidad quedó gravemente dañada: los milicianos islamistas destruyeron mezquitas e iglesias, el santuario de Nabi Younes, estatuas y frescos asirios y partos del museo de Mosul, incendiaron la biblioteca municipal (que contenía miles de obras antiguas) y fomentaron el tráfico de antigüedades.

La ocupación de las milicias del EIIL devastó totalmente el sistema educativo iraquí, desde el prescolar hasta la enseñanza superior. Asignaturas como la historia o las artes fueron reemplazadas por contenidos que incitaban al odio, lo que hizo que la mayoría de las familias retiraran a sus hijos de los colegios. Los alumnos que continuaron los estudios se vieron sometidos a un adoctrinamiento sistemático, en particular por los docentes que fueron obligados a transmitir la ideología extremista del EIIL.

Ante lo ocurrido, no solo es preciso rescatar el patrimonio cultural sino también restaurar la dignidad y la memoria colectivas. La UNESCO movilizó a la comunidad internacional para proponer una iniciativa que fuera a la vez patrimonial, cultural y educativa. Esa iniciativa se aplica, en colaboración con el gobierno iraquí, a lo largo de esos tres ejes, incorporando a múltiples agentes: países vecinos, organizaciones internacionales y la Unión Europea. Es una estrategia para devolver a Mosul un horizonte y darle un segundo aire.

Más allá de la restauración de monumentos y la rehabilitación de la urdimbre urbana histórica de Mosul, se pondrá en marcha, con el apoyo de la Unión Europea, un proyecto de reconstrucción de viviendas en el casco antiguo y de formación de especialistas del patrimonio cultural. Este proyecto se basa en un enfoque participativo orientado al aumento de competencias y la creación de empleo, con miras a promover la cohesión social y la reconciliación entre comunidades.

En la misma perspectiva, el inventario de sitios de culto dañados por el EIIL dio lugar a una publicación que servirá de apoyo a talleres de diálogo interreligioso, que permitirán restablecer los vínculos entre las comunidades. Asimismo, se elabora actualmente un plan urgente de salvaguarda del patrimonio inmaterial en peligro y de creación de “espacios culturales móviles”, para las personas desplazadas y las comunidades que las han acogido.

Al mismo tiempo, el gobierno iraquí ha solicitado la colaboración de la UNESCO con miras a elaborar una estrategia nacional de educación para el decenio 2020-2030, con el fin de reconstruir las bases de un sistema educativo que responda a las necesidades de la población. En paralelo, se han puesto en marcha varios proyectos pedagógicos con objeto de prevenir el resurgimiento de fenómenos extremistas y de volver a sentar las bases de la convivencia.

Dos proyectos estarán orientados a transformar las escuelas primarias de la ciudad antigua de Mosul en lugares seguros, donde los alumnos puedan desarrollarse, aprender y relacionarse, en un contexto de respeto que contribuya a fomentar la tolerancia y la coexistencia pacífica a largo plazo.

Ambos proyectos, que cuentan con el apoyo del Japón y los Países Bajos, se basan en una estrategia holística que incorpora a estudiantes, docentes, comunidades, padres y personal educativo a la labor de prevención del extremismo violento. La recuperación de la enseñanza superior será también una operación decisiva para la reconstrucción del país y de su aparato productivo. Más allá de una simple medida económica, se trata de permitir que instituciones como la biblioteca universitaria de Mosul puedan volver a ser los centros de irradiación cultural e intelectual que antes habían sido.

Aunque son de índole diversa estos proyectos se ajustan a la misma lógica: proteger, reconstruir y educar. Porque ante el carácter violento y destructivo del extremismo, la cultura y la educación son las únicas respuestas eficaces a largo plazo. Estas medidas se corresponden con la estrategia del gobierno iraquí, porque a él corresponde la tarea de desarrollar esta iniciativa en el plano local, mientras que la UNESCO desempeña una función de coordinación general.

Véase también:

Iniciativa Mosul

Stefania Giannini y Ernesto Ottone Ramírez

Subdirectora General de Educación y Subdirector General de Cultura de la UNESCO.