Uno de los últimos elementos inscritos en la Lista Representativa: "Conocimientos, prácticas y tradiciones vinculadas a la preparación y el consumo del cuscús" (Argelia, Mauritania, Marruecos y Túnez)
© Direction du patrimoine culturel, Ministère de la culture, Maroc, 2018

Se estima que actualmente 690 millones de personas, lo que equivale al 8,9% de la población mundial, sufren hambre, esto es, 10 millones más que hace un año y casi 60 millones más que hace cinco años. El Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 (ODS 2, “Poner fin al hambre”) se centra en conservar la diversidad genética de las semillas, implantar prácticas agrícolas resilientes e incrementar la capacidad de producción agrícola en los países en desarrollo.

Existen numerosas formas de patrimonio vivo que apoyan estas metas. Por ejemplo, las dietas tradicionales contribuyen a la seguridad alimentaria y a una nutrición adecuada a través de los conocimientos y las creencias relacionados con las tradiciones alimentarias, que van desde el cultivo de plantas hasta la preparación de comidas. Algunas formas de patrimonio vivo se centran en el carácter sagrado de los alimentos y fomentan el consumo de productos locales, lo cual reduce el desperdicio de alimentos (ODS 12, “Consumo y producción sostenibles”) y las emisiones de carbono (ODS 13, “Cambio climático”). En muchas culturas, las personas comparten sus alimentos con el resto de la comunidad, lo que contribuye a aliviar el hambre y fortalece simultáneamente los vínculos sociales.

Explore los recursos que le proponemos a continuación para descubrir algunos de estos elementos.