Acerca de la Oficina en México

Nuestra historia

El papel y mandato de la UNESCO no pueden comprenderse sin virar hacia México que, además de participar en la redacción del Preámbulo del Acta Constitutiva, hizo llegar su pliego petitorio a la Conferencia preparatoria en Londres de 1945 que proponía como acciones prioritarias la educación para la paz y el establecimiento de un mecanismo para proteger el patrimonio cultural de los pueblos, lo cual orientó en gran parte la ruta de la cooperación internacional de la Organización. En estas acciones participaron diferentes ilustres mexicanos como el poeta José Gorostiza, el filósofo Samuel Ramos y el entonces Secretario de Relaciones Exteriores, Jaime Torres Bodet, quien fue también segundo Director General de la UNESCO frente a la promulgación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y logró consolidar el papel intergubernamental de la UNESCO.

México, con su prolífico semillero de cosmovisiones, la urdimbre de su historia y sus ejemplares actores sociales, artistas e intelectuales, nutrieron de manera significativa a la Convención del Patrimonio Mundial Material de 1972. Al ser sede de la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales (Mondiacult) en 1982, impulsó la consolidación de una mirada más integral sobre la cultura: como base de la identidad y del desarrollo social.

Desde 1967, México alberga una oficina nacional que se encarga de impulsar y trabajar en proyectos que promueven la educación, la ciencia, la cultura, la comunicación e información en la República Mexicana a través de diferentes proyectos y colaboraciones, brinda asistencia técnica como actor estratégico y especializado entre los diferentes poderes del Estado, niveles de gobierno, instituciones, organizaciones de la sociedad civil y comunidades.

Nuestra labor

La Oficina de la UNESCO en México labora a través de sus sectores de Educación, Ciencias (Naturales y Sociales) Cultura y Comunicación e Información con un fuerte compromiso de transformar de manera positiva la realidad mexicana y alcanzar el desarrollo sostenible en un entorno de paz.

Las acciones de la Oficina se han destinado a la incorporación de las metas de la Agenda 2030 de Educación a los diferentes programas del sistema mexicano, proporcionar herramientas para estudiantes y docentes hacia la consolidación de la educación para la paz y una ciudadanía del mundo, impulsar la igualdad en favor de las mujeres, la protección y revitalización de la diversidad cultural y su posicionamiento como eje articulador del desarrollo sostenible, el fortalecimiento de las lenguas indígenas y sus pueblos, así como la protección y reforzamiento de la libertad de expresión mediante la perspectiva de la comunicación para el desarrollo, por mencionar algunos ejemplos.

La Oficina en México de la UNESCO fortalece las capacidades locales al actuar como nexo especializado de asistencia técnica entre los diferentes poderes del Estado y niveles de gobierno, las instituciones, las organizaciones de la sociedad civil, las comunidades y actores sociales clave, forjando así una red interindependiente encaminada hacia el bienestar social.