Article

Un nuevo informe sobre el derecho a la educación revela las medidas que han tomado los países para aumentar la diversidad lingüística en la educación

Mother and children writing on notebook

La UNESCO acaba de publicar el informe From rights to country level action [De los derechos a la acción a escala nacional] (en inglés), que analiza los 82 informes presentados por los Estados Miembros de la Organización en el marco de la consulta reciente sobre la puesta en marcha de la Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza. Con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna, las conclusiones del informe pueden ser particularmente pertinentes para poner de relieve los esfuerzos desplegados por los países en favor de la diversidad cultural y lingüística, y pueden convertirse en una fuente de inspiración en el contexto de la recuperación del aprendizaje.

En el marco de las consultas periódicas, se solicita a los Estados Miembros que entreguen un informe nacional sobre las medidas que han tomado con miras a la aplicación de este instrumento normativo, algo que brinda una excelente oportunidad para hacer un balance de los logros alcanzados, compartir las prácticas que pueden resultar interesantes a nivel nacional y recopilar las dificultades que han debido afrontar, vinculadas, por ejemplo, a las consecuencias de la pandemia de COVID-19. Durante los últimos 12 años, el número de informes comunicados por parte de los Estados Miembros ha aumentado de un 47%, algo que da fe de la importancia que conceden a este mecanismo de seguimiento.

La Convención expone claramente los derechos relativos a las lenguas. Conscientes de la importancia de las lenguas minoritarias, 41% de los Estados Miembros que presentaron un informe se han dotado de leyes o reglas que garantizan el derecho de las minorías nacionales a estudiar en su lengua materna –algunos inscribieron incluso este derecho en la Constitución. El informe indica que los países garantizan una enseñanza en lenguas minoritarias o vernáculas, de acuerdo con las necesidades de las poblaciones locales, y difunden la educación bilingüe multicultural e intercultural formando a docentes en materia de “competencias lingüísticas, comunicacionales, culturales, sociolingüísticas y pedagógicas” en lenguas minoritarias. Del 47% de los países que presentaron un informe sobre la adaptación de los programas de enseñanza a las necesidades de las minorías, algunos citaron la creación de programas escolares específicos en la lengua materna de las minorías nacionales y de las comunidades autóctonas.

Los refugiados y los migrantes deben hacer frente a múltiples obstáculos en materia de educación, incluido desde el punto de vista lingüístico. El 52% de los países que presentaron un informe proporcionan cursos de lengua para facilitar la transición al sistema educativo del país de acogida.

A pesar de los progresos alcanzados, las conclusiones del informe indican que cuando la enseñanza se imparte en una lengua distinta de la materna, por ejemplo, en el caso de los migrantes, el aprendizaje es muy difícil y su rendimiento es bajo. Al respecto, el 40% de los alumnos a escala mundial, no tiene acceso a una enseñanza en la lengua que hablan o comprenden.

Las medidas nacionales basadas en los derechos que se han tomado para que cada educando pueda recibir una educación en su lengua materna favorecerán la inclusión y reducirán las desigualdades en el ámbito de la educación, en particular para la recuperación del aprendizaje. La tecnología puede ser útil para promover la educación multilingüe y apoyar el desarrollo de un aprendizaje de calidad para todos, un aspecto que fue abordado por la iniciativa sobre la evolución del derecho a la educación. Ante la movilidad creciente y el riesgo de la desaparición de ciertas lenguas, llegó el momento, ahora más que nunca, de integrar plenamente la diversidad lingüística en la educación.